LA RESPONSABILIDAD

EN EL HOGAR

Participar en las tareas de casa para algunos supone una tarea rutinaria y, para otros, una actividad dejada de lado. Niños muy pequeños ya colaboran en el hogar, son enseñados por sus padres y familiares a poner la mesa, quitarla, recoger sus juguetes, hacer la cama? Es algo que se debe aprender desde pequeños porque, al fin y al cabo, es una costumbre que se adquiere con la edad.

EN LA SOCIEDAD

Es una actitud madura, consiente y sensible a los problemas de nuestra sociedad y es una actitud pro activa para adoptar hábitos, estrategias y procesos que nos ayuden a minimizar los impactos negativos que podemos generar al medio ambiente y a la sociedad

EN EL ESTUDIO

Es difícil establecer un clima que propicie una conducta responsable hacia los estudios, ya que el deseo de aprender se ve empañado, la mayoría de las veces, por la facilidad de acceso, que tiene el alumno, a diferentes fuentes de entretenimiento: Internet, videojuegos, televisión,… A esto le podemos añadir la conducta que se limita a perseguir una gratificación por una conducta inmediata, que sólo en apariencia es responsable: “Si estudio me comprarán tal cosa”

EN EL TRABAJO

Es esencial, por un lado la personal y, por otro, la impuesta por una autoridad. ¿Por qué es necesaria esta virtud para el cumplimiento de un trabajo? Es sencillo, mientras más responsable es una persona su desempeño es mayor y los resultados se concretan en pro de un objetivo común. Las distintas perspectivas La responsabilidad se aprende en la medida en que se asimila el trabajo como virtud.