ECONOMÍA Y ÉTICA

La economía y la ética es una relación que se manifiesta en la teoría y práctica de los comportamientos que
contradicen los principios del profesional de la economía y sus preceptos éticos.

INTRODUCCIÓN

Los postulados epistemológicos de la teoría neoclásica son fundamentales en la trascendencia normativa de la ciencia
económica.

En donde el papel de la ética se hace
importante pues intenta corregir comportamientos
del individuo en la sociedad

La interpretación de las necesidades y deseos
del individuo, definidas como “preferencias dadas” no atienden los componentes psicológicos, sociales, morales y éticos que determinan su formación.

LA ECONOMÍA COMO CIENCIA

La economía ha sido considerada como un sistema de orden social en el cual los bienes y servicios que producen las personas, son distribuidos en mercados mediante la asignación de un precio"

Esto implica que la economía mantiene,
como ciencia, una relación entre teoría y práctica.

Los análisis teórico-prácticos de la ciencia económica con otras similares se evidencian, en la aplicación compartida del concepto de competencia, entre las gráficas de equilibrio oferta-demanda

CRITERIO DE NEUTRALIDAD VALORATIVA
DE LA ECONOMÍA

Las discusiones acerca del criterio de neutralidad de
la ciencia han permitido concluir que la ciencia en
su conjunto no es éticamente neutral

su código moral no coincide con el que imponen las sociedades actuales; su estricto código moral
es iluminista y autónomo.

Los valores morales que la ciencia exige y robustece, y las reglas de método científico, se controlan
recíprocamente

La economía es quizá la única ciencia social que
no ha adelantado el debate acerca de la neutralidad
valorativa

El filósofo Willard van Orman fue el primer investigador que puso en tela de juicio el dogma económico,
argumentando cómo una ciencia que trabaja
de manera inercial

ÉTICA PARA LA ECONOMÍA

Dada la discusión de la dicotomía hechos-valores,
se debe precisar que los principios aristotélicos7
son
congruentes con lo aquí planteado

A este respecto, la única norma
de moralidad pareciera ser que todo individuo debe
buscar el mayor beneficio posible

Aristóteles plantea la felicidad como el principio básico que debería buscar el individuo. Así,
afirma: “vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser
feliz”

Aristóteles determina que la felicidad no es algo
que se deba buscar por sí mismo, sino algo que se
disfruta cuando se alcanza lo que se ha de buscar, el
fin al que se ha de tender, lo bueno para el hombre

la moralidad depende
del corte temporal, pues un acto puede tener un
resultado negativo que, a largo plazo, puede llegar
a ser positivo o se trastoca a la inversa.

Este es el procedimiento que, actualmente, rige a la economía, que trabaja con un
concepto de utilidad homogénea

A esto, se le pueden sumar tres argumentos:
i) no tiene en cuenta las preferencias adaptativas ii) privilegia un estado final, no el proceso de agencia y libertad y iii) no tiene en cuenta al ser humano.

Todas las éticas
han incurrido en este tipo de falacia, que consiste
en justificar la bondad de algo por el mero hecho de
considerarlo “natural”.

. En definitiva,
se trata de identificar con lo “natural” lo que cada
uno propugna y así justificarlo.

La economía debe reconocer que existen restricciones, medios y fines que deben buscar la dignidad del ser humano con criterios de sostenibilidad;
por ende, no se debe perpetuar la ética económica
como mecanismo de creación de riqueza.

Ahora, en cuanto a la moral, las objeciones
son bien conocidas y se centran en su formalismo.

En efecto, al surgir como un rechazo a la ética
como búsqueda de la felicidad subjetiva conativa, como la utilitarista, descarta cualquier referencia
a las necesidades o realizaciones de la naturaleza
humana.

CONSIDERACIÓN DE LOS FINES
DE LA ECONOMÍA

La teoría económica, que surgió de los economistas
clásicos, trata de forma muy superficial e incoherente los conceptos: fines y medios,
necesidades, recursos y factores productivos,
estableciendo clasificaciones diferentes para cada
uno de ellos

De forma intuitiva,
se ha establecido, que los objetos económicos que
necesitamos son fines, y que hay otros objetos económicos diferentes que son los recursos o medios
que utilizamos para conseguir los fines o satisfacer
las necesidades.

Esa diversidad de clasificaciones se explica
por la amplitud de intereses de los economistas

Los economistas han mantenido una cierta
ambigüedad sobre la ciencia y esto ha permitido
dar diferentes tratamientos, según su definición.

Lionel Robbins describe la economía
como “la relación entre medios y fines escasos y
susceptibles de usos alternativos”.

Es por ello que aquí se propone un listado de
fines que remplazan la maximización de utilidades
como fin de la actividad económica

SubtoEstas capacidades centrales no tienen un orden específico,
pero cada una es central e innegociable, hasta el
cumplimiento de un criterio de umbral visible. La
idea es que el fin de la economía no debe ser el
crecimiento económico in genere, sino poner los
medios para proveer estas capacidades para cada
uno y todos.

LA FORMACIÓN DEL ECONOMISTA

el economista debe tener una preocupación fundamental por los problemas que le rodean.

Por tal
motivo, la preocupación debe tener “poseído” al
economista, lo que quiere decir que la preocupación como categoría filosófica es la transposición
subjetiva de la realidad del hombre como sujeto objeto

El economista, al asumir
esta actitud, podrá, de una u otra manera, conectarse con su propia realidad, es decir, con el mundo
que le rodea para poder identificar y diagnosticar
problemas y, obviamente, buscar soluciones

Por eso el economista, en su afán de refugiarse en las estructuras tecnocráticas de la sociedad,
podrá liberar la preocupación como mecanismo
de pensamiento, pero jamás podrá eliminarla
porque la ciencia que lo acogió lleva implícita tal
connotación.

Enfoque y pensamiento sistémico en la
formación del economista

El paradigma sistémico de la complejidad tiene
aplicaciones en diversas áreas del quehacer humano
(ciencia, educación, economía, administración, política, ciencias agrícolas, etc.).

Estas nuevas ideas multidisciplinarias constituyen un paradigma de organización social que
permitiría la práctica de una ética de convivencia
democrática, indispensable para superar el subdesarrollo y construir una sociedad progresista y armónica.

Este pensamiento y enfoque práctico debe prevalecer
en la formación de los economistas.

Los actuales sistemas educacionales, resultan
inadecuados tanto para las sociedades en desarrollo
como para las sociedades basadas en el pensamiento
económico imperante