EL PUNTO

En un principio el punto se utilizó para separar las palabras, pero los gramáticos de los siglos IV a VIII empezaron a emplearlo para señalar las pausas. Es curioso que la altura a la que se escribía el punto era variable: cuanto más alto se marcaba el punto, más larga sería la pausa.

Su utilización apenas ofrece dudas, pero sí es importante recordar una cosa: los puntos suspensivos son tres y sólo tres. Utilizar más (salvo que vayan acompañados del punto de una abreviatura) es incorrecto y revela una escasa cultura.