La actividad
física en la
edad escolar

Los niños entre los 6 y 12 años son considerados pre-púberes, porque no han comenzado el desarrollo hormonal. Si bien entre los 6 y 12 años ocurren cambios, hay dos características que no se modifican: que son niños y que necesitan moverse para estar saludables. Este último punto es muy importante si se considera que algunos trastornos de la salud que se producen a estas edades están directamente asociados a la falta de movimiento.

Es importante que los padres y madres tengan en cuenta que los niños pueden dejar el deporte, para poder prevenirlo es bueno conocer algunas de las causas que provocan este abandono de la práctica deportiva:

Los intereses cambian con la edad

Aparecen nuevas formas de ocupar el tiempo libre

La oferta de actividades físicas y deportivas deja de responder a sus intereses

El tiempo no alcanza para todo

La presión familiar por tener buenos resultados escolares a veces propicia que se abandone el deporte

Tiempo de moverse, no de competir

Es importante desarrollar el hábito de moverse, de estar activos, entre los 6 y 12 años de vida, pero no se deben hacer que los niños participen en actividades deportivas competitivas. Por eso, se recomienda que ellos elijan actividades lúdicas y recreativas, con cierta participación de componente pero sin la tensión que significa esperar un resultado.

Consejos para la iniciación deportiva

Hablar con los niños y conocer sus intereses y expectativas.

Visitar previamente el centro deportivo y averiguar quién está a cargo de las actividades.

Fomentar la participación en grupos multi-deportivos

Tener experiencias motrices y deportivas en diferentes ambientes y entornos

No exigir un rendimiento deportivo en función de los resultados

Preferir deportes de conjunto antes que individuales, y los de técnicas abiertas sobre los de técnicas cerradas

El valor del deporte

El deporte es un aspecto de una vida saludable. Para alcanzar el desarrollo pleno de capacidades y mejor calidad de vida, es importante que niños incluyan en su vida cotidiana actividades físicas no deportivas, como:

Alimentación saludable

Vivir en un ambiente libre de humo

No estar expuesto al consumo de alcohol

Tener una vida social plena de acuerdo a la edad y etapa evolutiva

Hacer un uso racional de la televisión y el ordenador.