Bien dicen que cuando amas lo que haces, el éxito llega solo. Y para emprender, se necesita tener motivación. La única manera de enfrentar y lidiar con las dificultades que surjan en el camino, es amando lo que haces.
Todos los proyectos de emprendimiento, tarde o temprano, llegan a una de las tareas más importantes: tomar decisiones. Si analizas las ventajas y desventajas de una situación, siendo lo más objetivo posible, las decisiones que tomes serán acertadas.
El primer paso para emprender es tener una idea, ya que a partir de ésta es donde surgen proyectos nuevos y se puede revolucionar el mercado o sector.
Ya tienes el proyecto, ahora ¡toma las riendas! Debes aprender a detectar las oportunidades y aprovecharlas en el momento justo. Todo líder influye en su equipo para tomar decisiones, pero también los guía.
El optimismo es una actitud que facilita el trabajo.
Una persona con capacidades emprendedoras trabaja con un objetivo claro y unos resultados marcados.
No basta con tener una buena idea y un buen equipo. Hay que crear buenas relaciones
Si crees que puedes, es posible que lo consigas, pero si crees que no puedes, seguramente fracases.
Un buen negocio no nace de la noche a la mañana y, muchas veces, deberás trabajar a prueba y error. Enfrentar las adversidades e intentarlo una y otra vez, será vital para llegar a la cima.
Ponerte en el lugar de los otros para entender sus necesidades te ayudará a crear vínculos con las personas. Si eres empático, serás capaz de conectarte con tus clientes.
Cualquier negocio, por pequeño que sea, debe tomarse con seriedad. Involúcrate en todas las actividades y asume responsabilidades tanto con tu equipo, como con los clientes, socios o proveedores
Todos los días se aprende algo y en tu camino hacia el éxito, debes estar abierto para aprender todo lo que puedas y a recibir críticas constructivas para mejorar.
La persistencia es la clave. Cualquier profesional, y en particular los emprendedores, debe ser capaz de lidiar con obstáculos y ser perseverante para crecer a pesar de la cantidad de veces que rechazan su producto o servicio.
Acepta las críticas. El primer paso para mejorar es aceptar que no lo sabes todo.
la intuición y la capacidad de anticiparse al futuro son dos valores necesarios.
La capacidad de comunicar y de influir en los demás por medio de la confianza es crucial para conseguir los objetivos. Además de trabajar en las habilidades verbales y de comunicación no verbal, es importante que el emprendedor conozca las motivaciones personales y profesionales de su equipo
La supervivencia de la empresa dependerá de la flexibilidad del proyecto.