Jeremias, mi abuela y yo

Todo lo que uno deseaba en la vida se podía realizar si se le ponía empeño.

Persona admirada por los ciudadanos de paraíso

Me pareció estar viviendo en un mundo de gigantes como en el libro "Los viajes de Gulliver" de Jonathan Swift.

Llego con su esposo y sus hijos después de abandonar Sudáfrica, perseguidos por las políticas violentas de segregación racial en su país.

Estaba leyendo "La guerra del fin del mundo" de Mario Vargas Llosa.

Cansado de la corrupción y tantos vicios de su ciudad, decidió habitar en paraíso.

El gordoSus padres habían huido de la violencia política y religiosa en el interior del país.Fue el primer hombre que nació en paraíso.

Es de origen canadiense,Con sus padres llegaron de turistas a paraíso, y se enamoraron de este pueblo por eso se instalaron ahí.

Conocía muy bien la selva y jugaba con culebras, arañas y sapos; eso era muy normal para él.

Amante a la naturaleza, empeñada en hacer un herbario y en cuidar las especies animales.

En la actualidad continua como promotor cultural, editor independiente, corrector y tallerista.

Todo comenzó cuando mis padres se iban a separar, y les pedí que me llevaran a paraíso a vivir con mi abuela.

Todos recibían capacitaciones en artes, conscientes de que las artes hacen a los hombres y mujeres mejores seres humanos.

Mire a lo alto del árbol de guama y allí estaba, un mico negro, jovencito, amarrado por la cintura en una rama del árbol.

Cierta mañana Jeremías no entro por la ventana como hacia de costumbre.

La naturaleza es nuestro templo.

No existían privilegios.