en algunas zonas la población autóctona sufrió una drástica reducción (especialmente en los inicios del imperialismo) como consecuencia de la importación de enfermedades desconocidas (viruela, gripe, etc.).
En otros lugares, la población indígena fue simplemente reemplazada por colonos extranjeros.
La economía tradicional basada en una agricultura autosuficiente y de policultivo fue sustituida por otra de exportación, en régimen de monocultivo, ocasionando la desaparición de las formas ancestrales de producción y la extensión de cultivos como el del café, cacao, caucho té o caña de azúcar.
Amplias zonas fueron roturadas para ser adaptadas a las nuevas exigencias económicas, dando lugar a notables cambios del paisaje y graves alteraciones del medio natural.
reclamaban a la metrópoli un mayor respeto a las tradiciones autóctonas y la participación en las decisiones que se adoptaban sobre los territorios administrados.
En muchos casos los naturales de las colonias demandaron los mismos modos democráticos que las metrópolis defendían para sí mismas pero negaban a sus colonias: libertad, igualdad, soberanía nacional, etc.
De ese modo el bisonte, esencial en la vida y cultura de numerosos pueblos indios de Norteamérica, fue casi exterminado por cazadores blancos; el conejo se convirtió en una auténtica plaga tras ser introducido en Australia y carecer de depredadores naturales.
En el mundo musulmán y Asia la experiencia evangelizadora fue escasa comparada con la del África negra, debido al arraigo de antiguas y complejas religiones, como el budismo y el hinduismo.
Hubo casos en que ciertos grupos autóctonos fueron asimilados por los colonizadores y pasaron a formar parte de la cúspide social. Esto ocurrió fundamentalmente con las antiguas élites dirigentes, miembros de algunos cuerpos del ejército y funcionarios de la administración colonial.
Contrastando con esa minoría, la mayor parte de la población autóctona fue objeto de un generalizado proceso de proletarización que incrementó las abundantes reservas de mano de obra destinada a la creación de infraestructuras y a la agricultura de plantación.