Género narrativo

Planteamiento

Nudo

Desenlace

Narrador externo

Narrador interno

Antagonistas

Secundarios

Protagonistas

Tiempo externo o época

Tiempo interno o duración del relato

Aparcada la bicicleta en casa de Lupo ―siempre solemos quedar allí, ya que su casa es la más cercana a la costa― y todos ya reunidos, nos encaminamos hacia la playa. Apenas nos quedan unas zancadas para introducirnos en la arena, divisamos a Esmeralda, Mónica y Lidia. Estas nos saludan contentas. Nosotros hacemos lo mismo.
Una cuarta persona sale de la sombrilla. El calvario al que me he sometido no ha servido para nada. Ahí está con su bikini morado, que va a juego con su nombre.
Violeta.

¡Esto es increíble! ¿Me estará siguiendo? ¿Me buscará porque sabe que el simple hecho de su presencia me indigna? ¿Cómo puedo deshacerme de ella, al menos, durante varias horas?

Instalamos nuestras cosas bajo la sombrilla creando un montón gigante. No creo que Violeta me esté acosando porque su expresión no ha sido precisamente agradable cuando me ha reconocido. Sin importarme el descaro, tomo a Esmeralda del brazo y la alejo varios metros de la sombrilla, cerciorándome de que no nos escucha.

―Mateo, te veo un poco acalorado ―comenta para chicharme.

Debo estar colorado como un tomate, sudoso y asqueroso gracias al ejercicio al que me he sometido en vano.

―Qué graciosa eres ―musito sarcástico―. ¿Qué hace ella aquí?

ESTEFANÍA ARAGÓN: Vacaciones con Violeta, Ediciones Hades