es la disciplina que analiza los factores vinculados a la producción de bienes y servicios. Se dedica al análisis, el diseño, la planeación, el control y la optimización del proceso industrial, sin descuidar los distintos aspectos técnicos, económicos y sociales
Nacida a fines del siglo XX, es una dinámica profesión cuyo crecimiento fue impulsado por los desafíos y demandas de la actividad fabril, del Estado y de las organizaciones de servicios a lo largo del siglo XX
ORÍGENES Es importante destacar que el nacimiento y la evolución de la ingeniería industrial son análogos a los de los antecesores de la ingeniería. No fue sino hasta el siglo XVIII que aparecieron en Francia las primeras escuelas de ingeniería. La necesidad de una mayor eficiencia en el diseño y análisis en puentes, carreteras y edificios dio como resultado los principios de la ingeniería temprana,preocupada por estos temas que ya se enseñaban en las academias militares (ingeniería Mecánica). La aplicación de estos principios a tentativas de naturaleza no militar o civil condujo a la ingeniería civil. Los avances interrelacionados en los campos de la física y de las matemáticas sentaron las bases para la aplicación de los principios de la mecánica. La necesidad de obtener mejoras en el diseño y análisis de materiales y mecanismos como bombas y motores dio como resultado el surgimiento de la ingeniería mecánica. La ingeniería industrial se desarrolló, en sus albores, a partir de la evidencia y entendimiento empíricos y a partir de la investigación para sustentar una base más científica.
La revolución industrial Existe un consenso general respecto de que las raíces empíricas de la profesión se remontan a la revolución industrial. Los sucesos que tuvieron lugar en esta época cambiaron las prácticas de fabricación y sirvieron cómo génesis para muchos conceptos que influyeron en el nacimiento científico de la disciplina un siglo más tarde. Las fuerzas que impulsaron estos desarrollos fueron las innovaciones tecnológicas que ayudaron a mecanizar muchas operaciones manuales en la industria textil. Entre ellas está la lanzadera voladora, la máquina rotativa para hilar y el armazón hidráulico. Sin embargo, la innovación más importante tal vez haya sido la máquina de vapor, creada por James Watt en 1765. Estas innovaciones facilitaron la sustitución de capital por mano de obra
La especialización de la mano de obra Los conceptos que nos legara Adam Smith en su tratado “Las riquezas de las naciones” conforma el fundamento de lo que se convirtió en la teoría y práctica de la ingeniería industrial. Sus escritos sobre la división del trabajo y la “mano invisible” sirvieron para motivar a muchos de los innovadores tecnológicos de la revolución industrial a que establecieran e implementaran sistemas para fábricas. Algunos ejemplos son la implantación de sistemas de control de administración de Arkwright a fin de regular la producción y el rendimiento de los trabajadores fabriles y la construcción de la fábrica bien organizada de Watt y Boulton para producir motores de vapor.
La intercambiabilidad de las piezas Otro desarrollo clave en la historia de la ingeniería industrial fue el concepto de “piezas intercambiables” gracias a los esfuerzos de Eli Whitney y Simeon North en la fabricación de fusiles y pistolas para el gobierno de Estados Unidos. Antes de las piezas intercambiables, un artesano fabricaba todo el producto; bajo el sistema de Whitney, cada una de las piezas se producía en masa con tolerancias lo bastante ajustadas para permitir su uso en cualquier producto terminado. La división del trabajo que pedía Smith podía materializarse en una medida nunca antes alcanzada, donde cada uno de los trabajadores produce cada una de las piezas en lugar de productos completos. El resultado fue una reducción de la necesidad de habilidades especializadas por parte de los trabajadores, como consecuencia, condujo al ambiente industrial que se convirtió en el objeto de estudio de Frederick W. Taylor.
LA ERA POSTERIOR A LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Hasta fines de la primera guerra mundial la administración científica se había ganado su lugar. La norma eran las organizaciones de gran escala, que utilizaban las técnicas de producción en masa. La aplicación de estos principios dio como resultado espectaculares incrementos en la producción. Por desgracia, dado que era fácil lograr incrementos en la producción, el interés de la administración se concentró en la implementación de estándares y planes de incentivos, y se prestó poca atención a la importancia de los buenos métodos de producción. La reacción de los trabajadores y del público a las prácticas administrativas inescrupulosas (como el recorte de tarifas), condujo a una legislación que limitó el uso de estándares cronológicos en las operaciones gubernamentales.
La ingeniería de métodos y la simplificación del trabajo Las reacciones mencionadas llevaron a un mayor interés en el trabajo del matrimonio Gilbreth. Los esfuerzos que ellos vertieron en los análisis de métodos, se convirtieron en la base del resurgimiento de la ingeniería industrial en las décadas de 1920 y 1930. En 1927, Maynard, Stegmerten y Lowry escribieron “Time and Motion Study”, de aquí se deriva la locución ingeniería de métodos para describir una técnica que hace hincapié en la eliminación de toda operación necesaria. En 1932, Mogenson publicó “Common Sense Applied to time and Motion Study”, en el que se recalcaban los conceptos de estudio de la motricidad a través de un enfoque que él denominó simplificación del trabajo. Su tesis afirmaba que las personas que mejor conocían cualquier trabajo eran los trabajadores que lo realizaban, por lo que si se capacitaba a los trabajadores en los pasos necesarios para analizar y estimular el trabajo que efectuaban, estos también serían los llamados a implementar mejoras. Este concepto por el cual la capacitación en el estudio de los movimientos se lleva en forma directa a los trabajadores mediante programas de simplificación del trabajo fue benéfico para la producción bélica durante la Segunda Guerra Mundial.
El experimento Hawthorne Un importante episodio en el afán de comprender los aspectos de la conducta lo constituyó la serie de estudios llevados a cabo por la planta Western Electric Hawthorne entre 1924 a 1932. Comenzaron con una pregunta simple “¿Cómo influye el alumbrado del lugar de trabajo en la productividad de los trabajadores?”. Un grupo de investigadores observó grupos de operadores de bobina bajo diferentes niveles de iluminación. Concluyeron que la productividad relativa al grupo control se incrementaba conforme se hacía lo mismo con la iluminación, como se había previsto. Luego, en otro experimento, afirmaron que también aumentaba la productividad cuando disminuía la iluminación, aún al nivel de una luz de luna. Incapaces de explicar los resultados, el equipo original abandonó los estudios sobre iluminación y comenzó otras pruebas sobre el efecto de los periodos de descanso, la duración de la semana de trabajo, los planes de incentivos, los almuerzos gratuitos y los estilos de supervisión sobre productividad. Con el correr del tiempo, las interpretaciones del estudio se redujeron a la simple explicación de que la productividad se incrementaba con el resultado de la atención recibida por los trabajadores sobre los que se realizaba el estudio. Se denominó a este fenómeno el efecto Hawthorne.
Otros aportes El libro de Shewart, Economic Control of the Quality of Manufactured Product, 1931; contiene más de 20 años de trabajo sobre la teoría del muestreo como enfoque efectivo para controlar la calidad del proceso productivo. Su trabajo marcó tanto el comienzo del moderno control estadístico de la calidad con uso de muchas de las herramientas, que, en la actualidad, se enseñan a todas las personas, como forma de brindarles el poder de controlar la calidad de su propio trabajo.
Situación al final de esta época En 1943 el Work Standardization Committee of the Management Division of ASME incluyó, bajo la expresión ingeniería industrial, funciones como presupuestos y control de costos, ingeniería de fabricación, administración de sistemas y procedimientos, análisis de la organización y administración de suelos y salarios. Al igual que las demás áreas profesionales, los inicios de la ingeniería industrial fueron laboriosos, empíricos y cualitativos, y en gran medida, dependientes del compromiso y del carisma de los pioneros para imponer sus ideas con la firmeza de sus palabras. La ingeniería industrial, al concluir esta época, era todavía una disciplina dispersa, sin un enfoque centralizado y sin una organización nacional que la estructurara.
LA ERA POSTERIOR A LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL En 1948 se fundó el American Institute of Industrial Engineers. Los requisitos para asociarse incluían cursar y aprobar un programa de nivel universitario o de alcance o contenidos equivalentes, derivado de la experiencia en ingeniería. La American Society for Quality Control también se fundó al finalizar la segunda guerra mundial. La creación de estas dos sociedades cuya membresía requería credenciales profesionales logró que se obtuviera un enfoque en la profesión.
Resurgimiento de la investigación de operaciones Durante la segunda guerra mundial y la década de 1940, se suscitaron acontecimientos de crucial importancia para este campo. Se consideró que los métodos empleados por el Ingeniero industrial, incluidos el análisis estadístico, las técnicas de administración de proyectos y diversos medios basados en redes y medios geográficos para el análisis de sistemas, eran útiles para planificar las operaciones militares. El planteamiento de los complejos problemas que enfrentaban los científicos se conoció como investigación de operaciones. Las semejanzas entre problemas de operaciones militares y problemas de operación para producir y distribuir bienes llevaron a algunos de los investigadores de operaciones que habían actuado en la guerra a incluir los problemas industriales como parte de su actividad. Esto dio como resultado una interacción entre las ideas y los planteamientos a la solución de problemas que ejerció una influencia definitoria en el alcance de formación y la práctica de ingeniería industrial.La década de 1950 marcó la transición de la ingeniería industrial desde sus raíces empíricas hasta una era de métodos cuantitativos. La práctica de la ingeniería industrial durante la década de 1950 se alimentó de conceptos fundamentales como el de medición del trabajo. Un desarrollo significativo fueron los sistemas predeterminados de tiempos de movimiento.
En la década de 1990, metodologías como la programación lineal, lotería de colas, la estimulación y otras técnicas matemáticas de análisis de decisión integraban la corriente central educativa dela ingeniería industrial. La investigación de operaciones brindaba ahora la facilidad de contar con un modelo matemático y una mejor comprensión de la conducta de grandes problemas y sistemas. No obstante, fue el desarrollo de la computadora digital y de las herramientas de alta velocidad para el cálculo y el almacenaje provistas por este dispositivo el que dotó al ingeniero industrial de la oportunidad de modelar, diseñar, analizar y experimentar con grandes sistema.
LA ERA DE 1980 A 2000 En muchos sentidos, la década de 1980 validó estas proyecciones. El papel del ingeniero industrial se expandió en forma significativa más allá de sus tradicionales funciones de respaldo y sumó responsabilidades de liderazgo organizativo tanto en el diseño como en la integración de sistemas de fabricación y servicios. Ahora muchos de los ambientes de fabricación están formados por complejos conjuntos de máquinas computarizadas; así, el diseño y la integración de los sistemas de información que podían controlar y manejar con efectividad datos relativos a diseños de productos, inventarios de piezas, cronogramas de producción e ingeniería de diseños se convirtieron en un elemento creciente en el papel del ingeniero industrial. También se aplicaron complejas herramientas para analizar problemas y diseñar sistemas a actividades de servicio como sistemas de reservaciones en aerolíneas, sistemas telefónicos financieros y muchos otros ambientes no fabriles. La amplia preparación del ingeniero industrial dio como resultado una profesión y una legión de profesionales con una calificación excepcional para desempeñar el papel integrador y orientado a sistemas que se requerían para potenciar la efectividad de las organizaciones