MAPA MENTAL: HISTORIA DEL CRISTIANISMO TOMO I PAG 243-557

CAPITULO 26: BAJO EL RÉGIMEN DE LOS BÁRBAROS

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Si sólo para esto los bárbaros fueron enviados dentro de las fronteras romanas, para que [...] la iglesia de Cristo se llenase de hunos y suevos, de vándalos y borgoñones, de diversos e innumerables pueblos de creyentes, loada y exaltada ha de ser la misericordia de Dios, [...] aunque esto sea mediante nuestra propia destrucción. Pablo Orosio

LAS CAUSAS Y LAS ETAPAS DEL DESASTRE

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Las razones de la caída del Imperio son mucho más complejas. El Imperio tenía que sucumbir, porque era imposible mantener el desequilibrio que existía entre la vida de sus súbditos y la de los bárbaros. A un lado del Rin y del Danubio, la vida era mucho más fácil que al otro lado. En consecuencia, los bárbaros se sentían atraídos por las riquezas del Imperio. Frente a ellos, los defensores de la vieja civilización, acostumbrados como estaban a la vida muelle que dan las riquezas, podían ofrecer poca resistencia efectiva.En resumen, a fines del siglo V la porción occidental del Imperio Romano había quedado dividida entre una serie de reinos bárbaros. De éstos los más importantes eran el de los vándalos en el norte de África, el de los visigodos en España, los siete reinos de los anglos y los sajones en la Gran Bretaña, el de los francos en la Galia, y el de los ostrogodos en Italia. Cada uno de ellos recibirá especial atención en una sección aparte del presente capítulo. Pero antes de pasar a tales secciones hay dos aclaraciones que son de gran importancia para el curso futuro de la historia de la iglesia.

LOS REINOS GERMÁNICOS

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La primera de estas aclaraciones es que los diversos jefes o reyes bárbaros no se consideraban a sí mismos independientes del Imperio Romano. Muchos de ellos habían cruzado las fronteras con permiso del Imperio, para establecerse como “federados”. Otros, aunque al principio invasores, habían terminado poniendo sus armas al servicio del Imperio frente a algún otro pueblo bárbaro. A la postre, todos continuaban declarándose súbditos del Imperio Romano.

EL REINO VÁNDALO DE AFRICA

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Todo esto, sin embargo, tuvo funestas consecuencias para la iglesia en la región. Ya hemos señalado en la sección anterior que la iglesia en el norte de África se hallaba dividida a causa del cisma donatista. Ese cisma persistía aún. A ello vino a sumarse ahora medio siglo de gobierno arriano, y una nueva conquista por parte de tropas que en fin de cuentas eran casi tan extranjeras como los vándalos mismos. El resultado de todo esto fue que la región quedó tan dividida, y el cristianismo en ella tan debilitado, que la conquista árabe siglo y medio después fue relativamente fácil, y después de esa conquista la fe cristiana desapareció.

EL REINO VISIGODO DE ESPAÑA

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En sus primeros tiempos, el reino visigodo se extendía a buena parte de lo que hoy es Francia, y su capital estuvo en ciudades francesas tales como Tolosa y Burdeos. Pero a principios del siglo VI el reino de los francos, bajo la dirección de Clodoveo, comenzó a ensancharse hacia el occidente a expensas de los visigodos. En el 507, en la batalla de Vouillé, Clodoveo los derrotó y dio muerte a su rey Alarico II. A partir de entonces, el reino de los visigodos se fue replegando cada vez más, hasta que llegó a ser un reino casi puramente español.

EL REINO FRANCO EN LA GALIA

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Durante la mayor parte del siglo V, los borgoñones compartieron con los francos el dominio de la Galia. Mientras los francos eran paganos, los borgoñones eran arrianos. Pero sus reyes no persiguieron a los habitantes católicos del país, como lo habían hecho los vándalos en el norte de África. Al contrario, estos reyes hicieron todo lo posible por establecer buenas relaciones con el pueblo conquistado, en su mayoría católico. Gondebaldo, por ejemplo, contó entre sus más cercanos consejeros al obispo católico Avito de Viena (la misma ciudad cuyos mártires ocuparon nuestra atención en la Sección Primera de esta historia).La consecuencia de esto fue que muchos obispos eran funcionarios reales más que pastores, y que muchos nombramientos se hicieron por razones políticas. Aunque buena parte de las tierras pertenecía a los obispados (y a veces precisamente por eso), los obispos no eran verdaderos pastores, sino más bien señores feudales que debían su posición a la protección de algún rey u otro señor poderoso. En tal situación, el servicio a los pobres se descuidaba, y se hacía poco por regular la vida eclesiástica. En el año 742 Bonifacio (el mismo que poco después consagraría a Pipino como rey) le escribía al papa Zacarías diciéndole que el gobierno de la iglesia estaba prácticamente en manos de señores laicos, y que un concilio de obispos para regular y renovar la vida de la iglesia era cosa desconocida en el reino franco.

LAS ISLAS BRITÁNICAS

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El sínodo de Whitby optó por las tradiciones del continente europeo, y rechazó las de los irlandeses. Aunque la historia que acabamos de narrar puede dar la impresión de que todo se debió a la ingenuidad de un rey, el hecho es que había fuertes razones por las que a la larga el cristianismo de las Islas Británicas tendría que seguir las costumbres del resto del cristianismo occidental. De otro modo, habría quedado aislado del resto de Europa. Y, gracias a la decisión de Whitby y de otros concilios semejantes, la iglesia en las Islas Británicas pudo ser uno de los más fuertes medios de contacto entre esas islas y el continente.

LOS REINOS BÁRBAROS DE ITALIA

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En nuestra rápida ojeada a los diversos reinos que los bárbaros fundaron en la Europa occidental, nos falta dirigir la mirada hacia la península italiana. Allí el Imperio continuó existiendo por algún tiempo, aunque era más fantasma que realidad. Diversos generales bárbaros se adueñaron del poder, uno tras otro, y pretendieron gobernar en nombre de los emperadores. Estos últimos eran poco más que simples figuras decorativas que residían en Roma, lejos de las campañas militares, mientras los generales que de veras gobernaban vivían en Milán, mucho más cerca de las fronteras.

RESUMENES Y CONCLUSIONES

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Los siglos V al VIII fueron un período de oscuridad y zozobras en la Europa occidental. Las invasiones de los bárbaros pusieron fin al poderío efectivo del Imperio Romano en la región, aunque durante siglos muchos de esos mismos bárbaros siguieron considerándose súbditos de ese Imperio.En todo este proceso, hay dos elementos en la vida de la iglesia que se destacan por su importancia en la conversión de los bárbaros y en la preservación de la cultura antigua. Estos dos elementos son el monaquismo y el papado.

CAPITULO 28: EL PAPADO

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Las instrucciones que te di [...] han de ser seguidas con diligencia. Cuida de que los obispos no se metan en asuntos seculares, excepto en cuanto sea necesario para defender a los pobres. Gregorio el Grande

ORIGEN DEL PAPADO

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El término “papa”, que hoy se emplea en el Occidente para referirse exclusivamente al obispo de Roma, no siempre tuvo ese sentido. La palabra en sí no quiere decir sino “papá”, y es por tanto un término de cariño y respeto. En época antigua, se le aplicaba a cualquier obispo distinguido, sin importar para nada si era o no obispo de Roma.Los orígenes del episcopado romano se pierden en la penumbra de la historia. La mayor parte de los historiadores, tanto católicos como protestantes, concuerda en que Pedro estuvo en Roma, y que probablemente murió en esa ciudad durante la persecución de Nerón. Pero no hay documento antiguo alguno que diga que Pedro transfirió su autoridad apostólica a sus sucesores.Cuando los bárbaros invadieron el Imperio, la iglesia de Occidente comenzó a seguir un curso muy distinto de la de Oriente. En el Oriente, el Imperio siguió existiendo, y los patriarcas continuaron supeditados a él. El caso de Juan328Crisóstomo, que vimos en la sección anterior, se repitió frecuentemente en la iglesia oriental. En el Occidente, mientras tanto, el Imperio desapareció, y la iglesia vino a ser el guardián de lo que quedaba de la vieja civilización. Por tanto, el patriarca de Roma, el papa, llegó a tener gran prestigio y autoridad

LEÓN EL GRANDE

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Esto puede verse en el caso de León I “el Grande”, de quien se ha dicho que fue verdaderamente el primer “papa” en el sentido corriente del término.La primera es que su autoridad no es aceptada por las partes en conflicto por el sólo hecho de ser él obispo de RomaLa segunda cosa que ha de notarse es que, aunque León no pudo hacer valer su autoridad de un modo automático, esa autoridad aumentó por el hecho de haber sido utilizada en pro de la ortodoxia y la moderación.

LOS SUCESORES DE LEÓN

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A la muerte de León, le sucedió Hilario, quien había sido uno de los principales colaboradores del difunto papa, e hizo todo lo posible por continuar su política, aunque con menor éxito. Durante el pontificado de Simplicio, quien sucedió a Hilario, las condiciones políticas comenzaron a cambiar. En el año 476 Odoacro depuso al último emperador de Occidente.En época de Simplicio y de sus sucesores Félix III, Gelasio y Anastasio II, las relaciones entre los papas y los emperadores de Constantinopla fueron bastante tensas, pues los emperadores trataban de ganarse las simpatías de los monofisitas de Siria y Egipto, y los papas y todo el Occidente cristiano se oponían a esa política.Por otra parte, en época de Félix III los godos, al mando de Teodorico, invadieron a Italia. Para el año 493 Teodorico era dueño de casi toda la península. Puesto que los godos eran arrianos, siempre temían que sus súbditos italianos conspiraran en pro de Constantinopla, y por tanto Teodorico y sus sucesores vieron con buenos ojos las desavenencias entre los papas y los emperadores, y trataron de fomentarlas.

GREGORIO EL GRANDE

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Gregorio nació alrededor del año 540 en la ciudad de Roma, en medio de una familia que al parecer pertenecía a la vieja aristocracia del lugar. Era la época en que Justiniano reinaba en Constantinopla, y sus generales trataban de conquistar a los godos en Italia.mientras los antiguos maestros de la iglesia se habían esforzado por evitar que la doctrina cristiana se contaminara con supersticiones populares, Gregorio sencillamente aceptó todas las creencias, supersticiones y leyendas de su época como si fueran la verdad evangélica. Sus obras están llenas de narraciones de milagros, apariciones de difuntos, ángeles y demonios, etc.

LOS SUCESORES DE GREGORIO

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Los papas que siguieron a Gregorio se mostraron incapaces de continuar su obra. Su sucesor inmediato, Sabiniano, creyó prudente vender a buen precio el trigo que Gregorio había repartido gratuitamente.El próximo papa, Bonifacio III, logró que el emperador Focas le concediera el título de “obispo universal”, que Gregorio había rechazado. Del 607 al 625, hubo una sucesión de tres papas que lograron restaurar algo del lustre que el papado había perdido: Bonifacio IV, Deodato y Bonifacio V. Estos pontífices volvieron a la vida austera que Gregorio había llevado, y en medio de las vicisitudes de la época pudo lograr algunas reformas en la disciplina eclesiástica, y organizar la iglesia inglesa según los patrones romanos.El papa Honorio, sucesor de Bonifacio V, tuvo que enfrentarse a la cuestión del monotelismo, doctrina que discutiremos en el próximo capítulo, y que era apoyada por el emperador Heraclio. Presionado por el Emperador, el Papa se declaró monotelita.

CAPITULO 30: LAS IGLESIAS DISIDENTES

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De esta fe nadie nos podrá apartar. [... ] Haz lo que quieras. Si decides permitirnos el libre ejercicio de nuestra fe, nosotros no te dejaremos por ningún otro señor terreno; pero tampoco aceptaremos otro Señor celestial sino a Jesucristo, quien es el único Dios. Los obispos de Armenia al rey de Persia

EL NESTORIANISMO EN PERSIA

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resulta triste comprobar que esta rama del cristianismo casi ha desaparecido. En China un cambio de dinastía destruyó por completo su misión. En la India quedan unos pocos nestorianos. Su principal núcleo se encuentra en los países actuales de Irak, Irán y Siria. Pero a principios del siglo presente fueron cruelmente perseguidos en esa región, de tal modo que su número se redujo de unos cien mil a menos de la mitad. Muchos de ellos emigraron a Norteamérica, donde organizaron algunas iglesias nestorianas.

LOS MONOFISITAS DE ARMENIA

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Muchos de ellos se dirigieron al hemisferio occidental, donde fundaron comunidades en los Estados Unidos y en Brasil. Otros armenios, que vivían en la porción de la antigua Armenia que había quedado bajo el dominio de Rusia, lograron continuar algunas de sus viejas tradiciones en su tierra ancestral.

LOS MONOFISITAS EN ETIOPÍA

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las principales iglesias disidentes que surgieron de las controversias cristológicas y que perduran hasta nuestros días son cinco. En oposición al Concilio de Éfeso, surgió la iglesia nestoriana. Y contra el de Calcedonia se declararon las iglesias armenia, etíope, copta y jacobita, a las que los demás cristianos llaman “monofisitas”.

CAPITULO 32: BAJO EL RÉGIMEN DE LOS CAROLINGIOS

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Cuiden los poderosos [...] de no tomar para su propia condenación las cosas de la iglesia, ni oprimir [...] las iglesias de Dios, y los lugares santos, sabiendo que las propiedades de la iglesia son las promesas de los fieles, el patrimonio de los pobres, el precio de los pecados. Hincmaro de Reims

CARLOMAGNO

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Cuando Carlomagno fue coronado emperador por el Papa, casi toda la cristiandad occidental formaba parte de su imperio, fuera del cual quedaban sólo las Islas Británicas y los rincones de España hacia donde se habían replegado los cristianos tras las invasiones musulmanas.Carlomagno se ocupó también de organizar y supervisar la vida de la iglesia. Al parecer, el Emperador se creía llamado a gobernar su pueblo, no sólo en asuntos civiles, sino también eclesiásticos.

LOS SUCESORES DE CARLOMAGNO

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Normalmente, según las viejas costumbres de los francos, los territorios de Carlomagno debieron haberse repartido entre todos sus hijos. Pero cuando el viejo Rey decidió que había llegado la hora de nombrar sucesor, sólo uno de sus hijos legítimos quedaba con vida: Luis, o Ludovico, a quien por sus inclinaciones religiosas se le ha dado el nombre de “Ludovico Pío”.

EL SISTEMA FEUDAL

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El dinero dejó de circular, hasta tal punto que casi desaparecieron por completo las monedas de oro. Cada región tenía que subsistir por sí sola, y debía producir todo lo necesario para el alimento y el vestido. En tales circunstancias, la tierra, más bien que el dinero, vino a ser la principal fuente de riqueza. El propósito de todo gran señor era aumentar sus tierras, y los terratenientes menores buscaban modos de asegurarse de que sus tierras no les serían arrebatadas.

LA ACTIVIDAD TEOLÓGICA

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Puesto que durante el régimen carolingio hubo un efímero despertar en el estudio de las letras, era de esperarse que hubiera también cierta actividad teológica. Excepto en la obra de Juan Escoto Erigena, esa actividad se limitó a una serie de controversias, cuyos temas nos indican cuáles eran las principales inquietudes teológicas de la época.El renacimiento carolingio fue relativamente efímero. Un siglo después de la coronación de Carlomagno en Roma, sus posesiones estaban divididas entre varios potentados, y el título imperial se había vuelto un honor casi vacío. Pero el hecho mismo de que se había vuelto a crear el Imperio Romano de Occidente anunciaba el día en que ese Imperio, junto al papado y al monaquismo, sería uno de los factores determinantes en el curso de la Europa y la iglesia medievales.

CAPITULO 34: ANTES DEL ALBA LA NOCHE OBSCURA

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A furore normannorum, libera nos Domine. Letanía latina del siglo X

LOS NORMANDOS O VIQUINGOS

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Durante varios siglos, los territorios que hoy comprenden los países de Dinamarca, Suecia y Noruega habían estado ocupados por varios pueblos llamados “escandinavos”. Durante el siglo VIII, sin embargo, estos pueblos, hasta entonces relativamente sedentarios, desarrollaron el arte de la navegación hasta tal punto que pronto se hicieron dueños de los mares vecinos.un famoso historiador se ha referido al siglo X como “un siglo oscuro, de hierro y de plomo”. Desde el punto de vista político, el Imperio logró cierto lustre hacia la segunda mitad del siglo, bajo Otón el Grande y sus sucesores inmediatos. Pero aun ese Imperio restaurado tuvo que ser un imperio de hierro y de plomo. Desde el punto de vista religioso, el papado descendió al nivel más bajo de su historia.

LOS MAGIARES O HÚNGAROS

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Al mismo tiempo que los normandos invadían la cristiandad occidental desde el norte, otro pueblo lo hacía desde el este. Se trataba de los magiares, a quienes el mundo latino dio el nombre de “húngaros” porque parecían comportarse como los hunos de antaño. Tras establecerse en lo que hoy es Hungría, los húngaros invadieron a Alemania repetidamente, y en más de una ocasión atravesaron el Rin.

LA DECADENCIA DEL PAPADO

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El ocaso del papado no fue tan rápido como el de los carolingios. Al contrario, al faltar la unidad imperial, y por un breve tiempo, los papas fueron la única fuente de autoridad universal en la Europa occidental. Por esa razón Nicolás I, quien reinó del 858 al 867, fue el papa más notable desde tiempos de Gregorio el Grande. El poder de Nicolás se vio aumentado por una colección de documentos supuestamente antiguos, las Falsas Decretales, que les daban a los papas enormes facultades.

CAPITULO 36: LA REFORMA PAPAL

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¿Qué habrían hecho los obispos de antaño, de haber tenido que sufrir todo esto? [... ] Cada día un banquete. Cada día una parada. En la mesa, toda clase de manjares, no para los pobres, sino para huéspedes sensuales, mientras a los pobres, a quienes en realidad pertenecen, no se les deja entrar, y desfallecen de hambre. SAN PEDRO DAMIANO

LEÓN IX

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Tras entrar en Roma descalzo, y ser aclamado por el pueblo y el clero, Bruno aceptó la tiara papal, y tomó el nombre de León IX.

LOS SUCESORES DE LEÓN

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A la muerte de León, se corría el riesgo de que el papado se volviera de nuevo motivo de contienda entre las diversas familias y partidos italianos.Con el nombre de Víctor II, Gebhard ascendió a la cátedra de San Pedro en el 1055, tras una larga serie de negociaciones que tomaron todo un año. Su política religiosa fue continuación de la de León IXA la muerte de Víctor fue Federico de Lorena quien lo sucedió, con el nombre de Esteban IX. Su papado fue breve. Pero en él el movimiento reformador cobró tal auge que se produjo la insurrección de los “patares”, gente del pueblo que asaltaba las casas de los clérigos y maltrataba a sus esposas y concubinas.Esteban murió, y las viejas familias nobles se posesionaron una vez más del papado haciendo elegir a Benedicto X.Con su apoyo, y con el de otras casas poderosas, Hildebrando y Pedro Damiano reunieron a los cardenales en Roma, y todos juntos declararon depuesto a Benedicto, y eligieron a Gerhard de Borgoña, quien tomó el nombre de Nicolás II.A la muerte de Nicolás las antiguas familias romanas trataron de adueñarse una vez más del papado. Con el apoyo de la emperatriz regente Inés, eligieron su propio papa, a quien dieron el nombre de Honorio II.

GREGORIO VII

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A la muerte de Alejandro, se planteaba de nuevo el asunto de la sucesión. El decreto del Concilio Laterano establecía un procedimiento para la elección del nuevo papa. Pero las viejas familias romanas habían dado pruebas de que ese decreto no les infundía gran respeto. También era posible que el Imperio tratase de imponer un prelado alemán, con la esperanza de que el papado volviera a ser instrumento de los intereses imperiales.

CAPITULO 38: LAS CRUZADAS

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Lo digo a los presentes. Ordeno que se les diga a los ausentes. Cristo lo manda. A todos los que allá vayan y pierdan la vida, ya sea en el camino o en el mar, ya en la lucha contra los paganos, se les concederá el perdón inmediato de sus pecados. Esto lo concedo a todos los que han de marchar, en virtud del gran don que Dios me ha dado. Urbano II

TRANSFONDO DE LAS CRUZADAS: PERIGRINACIONES

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Desde el siglo IV, las peregrinaciones a Tierra Santa se habían hecho cada vez más populares. En fecha anterior se estableció la costumbre visitar las tumbas de los mártires en el aniversario de su muerte. Ahora que el Imperio era cristiano, se hacía posible emprender peregrinaciones más largas, a Tierra Santa o a Roma, donde descansaban los restos mortales de San Pedro y San Pablo.

TRASFONDO DE LAS CRUZADAS: LA GUERRA SANTA

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La tradición de la guerra santa se fundiría a la de las peregrinaciones para crear el ideal de las cruzadas. Como es de todos sabido, la iglesia antigua tuvo serias dudas acerca de si se pedía ser soldado y cristiano al mismo tiempo.

LA PRIMERA CRUZADA

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Fue en tiempos de Urbano II cuando se dieron todas las circunstancias necesarias para la gran empresa. El emperador de Bizancio, Alejo Comneno, había enviado emisarios a Roma para pedir socorro contra los turcos.La primera acción militar contra los turcos fue el sitio de Nicea, donde el sultán seleúcida, Kirlik Arslán, tenía su capital. Los turcos no parecen haberles prestado gran atención a las huestes invasoras, posiblemente porque esperaban que fuesen tan fáciles de vencer como lo habían sido las hordas de Pedro el Ermitaño.

HISTORIA POSTERIOR DE LAS CRUZADAS

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Tras el baño de sangre, los cruzados se dedicaron a organizar sus conquistas. Si bien unos meses antes el jefe natural parecía haber sido Raimundo de Tolosa, ahora lo era Godofredo de Bouillon, quien fue elegido rey de Jerusalén. Algunos cronistas antiguos cuentan que Godofredo se negó a tomar el título real en la ciudad donde el Rey de Reyes había muerto, y que por tanto se llamó sólo “protector del Santo Sepulcro”. En todo caso, cuando su hermano Balduino lo sucedió poco después (año 1100), sí tomó el título de rey.las cruzadas fueron un gran movimiento en que el fervor popular se mezcló con las ambiciones de los grandes. Juzgadas a base de sus propios486objetivos, puede decirse que excepto la primera y la sexta, todas fracasaron. Pocos años después la única huella visible del paso de los cruzados por la Tierra Santa era algún castillo o templo en ruinas. Pero a pesar de ello las cruzadas tuvieron grandes consecuencias.

LAS ÓRDENES MILITARES

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Una de las consecuencias más notables de las cruzadas fue la formación de las órdenes militares. Estas eran órdenes monásticas, con los votos tradicionales de pobreza, obediencia y castidad. Pero su característica peculiar era que, siguiendo el espíritu de las cruzadas, se dedicaban a la guerra. Luego, en este fenómeno vemos un ejemplo más de la increíble flexibilidad del monaquismo. El viejo movimiento de los ascetas de Egipto ha tomado muy variadas funciones en diversos tiempos. Unas veces ha sido el brazo misionero de la iglesia; otras, su cerebro; pero en este caso se volvió el brazo que tomó la espada para defender a los peregrinos.

OTRAS CONSECUENCIAS DE LAS CRUZADAS

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La primera de estas consecuencias fue la enemistad creciente entre el cristianismo latino y el oriental.Las cruzadas también actuaron en perjuicio de los cristianos que vivían en tierras de musulmanes. Casi todos los gobernantes islámicos se habían mostrado relativamente tolerantes para con los cristianos y los judíos.las cruzadas fueron una expresión más de los altos ideales que dominaron la vida de la iglesia durante los siglos XI, XII y XIII. Su fracaso no fue visto por la mayoría de sus contemporáneos como mentís a esos ideales, sino como el resultado inevitable de su propia falta de fe y de fidelidad. A su parecer, los reveses no se debían a que los altos ideales fueran errados, sino a la bajeza de los seres humanos a quienes tocaba ponerlos por obra.

CAPITULO 40:LAS ÓRDENES MENDICANTES

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Los que injustamente nos causan tribulaciones, insultos, deshonra, estrecheces, dolores, tormentos, martirios y muerte son nuestros amigos, y debemos amarles mucho, porque gracias a ellos tenemos vida eterna. San Francisco de Asís

EL PRECURSOR: PEDRO VALDO

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Pedro Valdo aparece como precursor de San Francisco, con la gran diferencia de que en su época la iglesia no estaba todavía lista a aceptar los nuevos ideales, como lo estaría una generación más tarde, al aparecer el santo de Asís.

SAN FRANCISCO Y LA ÓRDEN DE LOS HERMANOS

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En sus orígenes, el movimiento franciscano fue muy semejante al de los valdenses. El propio Francisco pertenecía, al igual que Valdo, a una familia de mercaderes. Su padre, Pietro Bernardone, pertenecía a la nueva clase que había surgido poco antes gracias al comercio. Al igual que Valdo, Francisco pasó los primeros años de su vida en los intereses y ocupación comunes a jóvenes de su clase social.

SANTO DOMINGO Y LA ÓRDEN DE PREDICADORES

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Santo Domingo era unos doce años mayor que San Francisco. Pero, puesto que su actividad como fundador de una nueva orden fue posterior, hemos decidido relatar su historia después de la del Santo de Asís. Fue en la pequeña aldea de Caleruega, cerca de Burgos, en el centro de Castilla, donde Domingo nació. Era hijo de la ilustre familia de los Guzmán, cuya torre se alza aún hoy en el centro del poblado. Su madre, Juana, era mujer de gran fe, acerca de la cual se cuentan todavía en Caleruega varios milagros. En todo caso, desde muy joven Domingo y sus hermanos se formaron en un ambiente cristiano.

EL CURSO POSTERIOR DE LAS ÓRDENES MENDICANTES

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Tanto la Orden de Predicadores como la de los Hermanos Menores crecieron rápidamente en casi toda Europa. Pero la fundada por Santo Domingo tuvo una historia mucho menos accidentada que la de San Francisco. Desde el principio, los dominicos se habían dedicado al estudio y a la predicación, particularmente entre los herejes. Para ellos, la pobreza no era sino un instrumento que facilitaba y fortalecía su testimonio. Por tanto, no tuvieron mayores dificultades para adaptarse a las nuevas circunstancias, cuando el crecimiento de la orden requirió que ésta tuviera propiedades, y que el ideal de pobreza fuese en cierto modo mitigado. Además, pronto se instalaron en las universidades, pues esto se seguía de su inspiración inicial. En esa época, los dos centros principales de estudios teológicos eran las nacientes universidades de París y Oxford.

CAPITULO 42: TESTIMONIO DE PIEDRA

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Siempre he estado convencido de que cuánto hay de más precioso y sublime ha de dedicarse ante todo a la administración de la santa eucaristía [...] Si por algún milagro fuésemos transformados en serafines y querubines, aun entonces no podríamos ofrecer servicio digno y suficiente para una Víctima tan grande e inefable. Sugerio de San Dionisio

LA ARQUITECTURA ROMÁNICA

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En ese estilo, la planta de las iglesias era por lo general la misma de las basílicas que hemos discutido anteriormente. Consistían en una gran nave, frecuentemente con otras naves paralelas, y dos alas transversales, que le daban a la planta la forma de cruz. Por último, al extremo frente a la puerta principal, el ábside semicircular rodeaba el altar. La modificación más importante que el estilo románico introdujo en esa planta fue prolongar el extremo de la iglesia donde se encontraba el ábside. Esto se hizo porque, a partir del siglo VI, se había ido introduciendo una distinción cada vez más exagerada entre el clero y el pueblo, al tiempo que la participación de éste último en el culto se volvía cada vez más pasiva, y los coros de monjes o canónigos ocupaban su lugar.

LA ARQUITECTURA GÓTICA

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A mediados del siglo XII surgió un nuevo estilo arquitectónico, al que se ha dado el nombre de “gótico”. Ese nombre le fue dado en una época en que se pensaba que toda la Edad Media no había sido más que un período de barbarie, y por lo tanto su principal logro artístico fue llamado “gótico”, es decir, procedente de los godos. Cuando los historiadores cambiaron su opinión acerca de la edad media, ese nombre estaba tan generalizado que ha continuado utilizándose, aunque no ya con un sentido despectivo. A pesar de las muchas diferencias entre ambos estilos, el gótico le debe buena parte de su origen al románico. La planta de las iglesias góticas es generalmente la misma de las románicas, aunque con el correr de los años se fue haciendo más compleja. Sus techos son también bóvedas de piedra, aunque construidas siguiendo un principio distinto al de las bóvedas de cañón.

CAPITULO 44 :LAS NUEVAS CONDICIONES

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Es mejor evitar los pecados, que huir de la muerte. Si hoy no estás listo, ¿cómo has de estarlo mañana? El mañana es incierto, ¿cómo sabes que has de vivir hasta entonces? ¿De qué sirve vivir largos días, si nuestra vida no mejora? Kempis

LA PESTE Y SUS CONSECUENCIAS

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La economía europea, que antes se había estado expandiendo, se estancó a principios del siglo XIV, y a mediados de ese siglo empezó a declinar. Esto se debió a la inestabilidad política, al fin de las cruzadas y a la decadencia de la agricultura. Pero su causa principal fue la epidemia de peste bubónica que azotó repetidamente a Europa occidental a partir de 1347.Las consecuencias de la plaga fueron enormes, tanto en el orden económico como en el orden religioso. En lo económico, la epidemia afectó diversas regiones de distintos modos. En algunos lugares, la falta de mano de obra aumentó el precio de los productos manufacturados. En otros, la falta de mercados produjo un exceso de producción, con el consiguiente desempleo. Pero en todo caso lo que resultó fue un desequilibrio económico que se manifestó en una inestabilidad política inusitada. En los alrededores de París, en Inglaterra y en Flandes se produjeron revueltas populares. En algunos casos, como en Flandes, esas revueltas lograron cierto arraigo, y fue necesaria la intervención de todo el poderío de la corona francesa para aplastarlas, tras varios años de lucha.

LA ALIANZA ENTRE LA BURGUESÍA Y LA CORONA

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En los dos siglos anteriores la economía manufacturera y mercantil había logrado gran desarrollo. Para sostenerla, se habían propagado los sistemas de crédito, y en consecuencia las casas bancarias se enriquecieron. Puesto que la manufactura, el comercio y la banca estaban en manos de la alta burguesía, esta nueva clase, surgida con el desarrollo de las ciudades, era la que más beneficios recibía de esas actividades. Sus intereses se oponían a los de los grandes señores del sistema feudal.los reyes tenían que acudir a la burguesía, cuyo apoyo económico les permitía sostener los ejércitos necesarios.

EL NACIONALISMO

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Este proceso dio origen a los estados modernos. Francia e Inglaterra, junto a los países escandinavos, fueron los primeros en quedar unidos bajo monarquías relativamente fuertes. España tardó hasta fines del período que estamos estudiando, pues no fue sino con el matrimonio de Isabel y Fernando que se produjo la unidad nacional. Portugal era una monarquía al empezar este período, pero a través de todo él la corona fue aumentando su poder frente a los nobles. Alemania e Italia no lograron la unidad nacional sino largo tiempo después.Esto a su vez dio origen a un creciente sentimiento nacionalista. En los siglos anteriores, la mayor parte del pueblo europeo se había sentido ciudadana de algún pequeño condado o burgo.

LA GUERRA DE LOS CIEN AÑOS

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El surgimiento de las grandes naciones modernas, y el uso de la artillería en el campo de batalla, dieron lugar a guerras mucho más sangrientas y prolongadas que las de los siglos anteriores. De ellas, la más notable fue la guerra de los Cien Años, que de tal modo involucró, no sólo a Francia e Inglaterra, sino también al resto de Europa, que algunos historiadores han sugerido que debería llamarse “primera guerra europea”.durante el Gran Cisma en que Europa se dividió en su obediencia a dos papas, las alianzas establecidas en medio de la guerra de los Cien Años fueron uno de los factores que determinaron por qué papa se decidía cada país. Además, la guerra misma dificultó la tarea de subsanar el cisma. Por último, tanto en Francia como en Inglaterra, Escocia y otros beligerantes, la guerra fortaleció el creciente sentimiento nacionalista, y por582tanto contribuyó a debilitar toda pretensión que el papado pudiera abrigar a una autoridad universal.

CAPITULO 46: EL GRAN CISMA DE OCCIDENTE

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Debido al peligro y las amenazas del pueblo fue entronizado y coronado, y se llamó papa y apostólico. Pero según los santos padres y la ley eclesiástica debería ser llamado apóstata, anatema, anticristo y burlador y destructor de la fe. Cónclave rebelde contra Urbano VIEl cisma mismo estimulaba la simonía. En efecto, cada uno de los dos rivales trataba de aplastar a su contrincante, y para ello necesitaba dinero. Por tanto, aún más que en los peores tiempos de la “cautividad babilónica”, la iglesia se volvió un sistema de impuestos y explotación.

CAPITULO 48: JUAN WYCLIF

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Se me ha acusado de esconder, bajo una máscara de santidad, la hipocresía, el odio y el rencor. Me temo, y con dolor confieso, que tal cosa me ha acaecido con harta frecuencia. Juan Wyclif

LA VIDA Y OBRA DE WYCLIF

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conocemos parece indicar una niñez típica en una pequeña aldea de Inglaterra, y una juventud dedicada casi exclusivamente al estudio. La mayor parte de su vida transcurrió en la universidad de Oxford, donde llegó a ser famoso por su lógica y erudición. Allí se le conoció como un hombre dotado de una mente privilegiada, dispuesto a seguir sus argumentos con toda perseverancia hasta sus últimas conclusiones, y carente de humor.Empero esa misma polémica, el rigor de su lógica, sus estudios bíblicos, y el escándalo del Gran Cisma, que comenzó en 1378, lo llevaron a posiciones cada vez más atrevidas. Muchas de sus doctrinas acerca del “señorío” según se iban desarrollando, redundaban en perjuicio, no sólo del papa y los poderosos señores de la iglesia, sino también del estado.En 1382, mientras estaba en Lutterworth, sufrió su primera embolia. Pero a pesar de ello continuó escribiendo hasta su muerte en 1384, a consecuencias de otra embolia.

SUS DOCTRINAS

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Wyclif comenzó su carrera teológica siendo un teólogo conservador. En una época en que, según veremos más adelante, los teólogos más modernos comenzaban a dudar de la síntesis medieval entre la fe y la razón, Wyclif era, y siguió siendo durante toda su vida, firme creyente en esa síntesis. Según él, tanto la razón como la revelación nos dan a conocer la verdad de Dios, sin que haya tensión entre ambas. Aún más, la razón es capaz de demostrar la doctrina de la Trinidad y la necesidad de la encarnación.Su principal tema teológico fue la cuestión del “señorío”. ¿En qué consiste el señorío legítimo? ¿Cuáles son sus fuentes? ¿Cómo se le conoce? En respuesta a estas preguntas. Wyclif declara que no hay otro señorío que el de Dios. Cualquier criatura tiene dominio o señorío sobre otra sólo porque Dios se lo ha dado. Pero hay también un señorío falso e impropio, puramente humano. Este, en lugar de ser verdadero señorío, es una usurpación. Para distinguir entre ambos, la Biblia nos ofrece un criterio claro: Jesucristo, a quien pertenece todo dominio, no vino para ser servido, sino para servir. De igual modo, el señorío humano legítimo es sólo aquel que se dedica a servir, y no a ser servido. El señorío que busca su propio bien antes que el servicio de los gobernados es tiranía y usurpación. Luego las autoridades eclesiásticas, y en particular el papado, si se dedican a imponer impuestos para su propio provecho, y no a servir a quienes están debajo de ellos, son ilegítimas.

LOS LOLARDOS

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Las doctrinas de Wyclif hallaron expresión en el movimiento de los “lolardos” —término despectivo que sus enemigos les aplicaron, y que se deriva de una palabra holandesa que quiere decir “murmuradores”—. No hay pruebas definitivas de que fuera el propio Wyclif quien los lanzara a la predicación. Pero en todo caso, todavía en vida del maestro de Oxford, varios de sus discípulos se dedicaron a divulgar sus doctrinas entre el pueblo. Al principio, los principales lolardos eran personas que habían estudiado en Oxford bajo Wyclif.

CAPITULO 50: LOS MOVIMIENTOS POPULARES

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A los obispos, príncipes, condes y caballeros se les debería permitir poseer sólo lo mismo que tiene la gente común. El día vendrá cuando ellos también tendrán que ganarse la vida mediante el trabajo. Hans Bohm

BEGUINAS Y BEGARDOS

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El monaquismo había ejercido siempre fuerte atracción sobre las mujeres. En el siglo XIII, el despertar religioso que dio origen al franciscanismo se hizo sentir también entre ellas. Muchas se unieron a las ramas femeninas de los franciscanos y los dominicos. Otras engrosaron las filas de órdenes más antiguas. Pero pronto su número fue tal que los varones comenzaron a quejarse, y a poner límites en cuanto al número de mujeres que estaban dispuestos a aceptar en las ramas femeninas de sus órdenes. Es muy probable que parte de este impulso entre las mujeres se haya debido a que la vida monástica era el único medio en que ellas, aun las más ricas, podían escapar de una vida completamente dirigida por los deseos y decisiones de otros —padres, hermanos, esposos e hijos.Al igual que las mujeres, pero en menor número y en fecha ligeramente posterior, los varones siguieron el mismo camino. Se les dio el nombre de “begardos”, y ellos también a la postre fueron acusados de herejía y suprimidos

LOS FLAGELANTES

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Los flagelantes aparecieron por primera vez en 1260, pero fue el siglo XIV el que vio su súbita expansión. Eran gentes que castigaban su propio cuerpo a latigazos, en penitencia por sus pecados.En varios países se les persiguió. A la postre, dejaron de practicar su flagelación en público. Pero al parecer el movimiento continuó clandestinamente por varias generaciones.

LAS TABORITAS

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Al tratar acerca de los husitas, hemos tenido ocasión de referirnos a los taboritas. Su contacto con los husitas de Praga, y la necesidad de presentar un frente unido contra las repetidas cruzadas que fueron lanzadas contra Bohemia, llevaron a los taboritas a mitigar algunas de sus doctrinas originales. Pero al parecer esas doctrinas se basaban al principio en un milenarismo exagerado. El fin estaba a punto de llegar. Entonces Jesucristo castigaría a los impíos, y exaltaría a los elegidos. En los últimos días, en espera de que el fin viniera, la tarea de esos elegidos consistía en tomar la espada y preparar el camino al Señor.

HANS BOHM

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En la pequeña aldea de Nicklashausen, había una imagen de la Virgen que se había convertido en motivo de peregrinación, pues se decía que tenía poderes milagrosos. Un buen día del mes de marzo, el joven pastor Hans Bohm se alzó en medio de los peregrinos y comenzó a predicar. Sus palabras eran conmovedoras. Su mensaje, que era necesario arrepentirse, halló eco en los corazones de aquellas gentes angustiadas, y pronto los que acudían a escuchar al joven Bohm se contaban por millares. Muchos de ellos permanecían allí, y los cronistas cuentan que el número de congregados pasó de cincuenta mil.Bohm comenzó a atacar la pompa, la avaricia y la corrupción del clero. Después anunció que el día vendría cuando todos los seres humanos serían iguales, y todos tendrían que trabajar por igual. Esto era lo que el Señor prometía. A la postre, Bohm urgió a sus seguidores a actuar en anticipación del día del Señor, negándose a pagar toda clase de impuestos, diezmos y otras obligaciones, y señaló un día en que todos juntos marcharían a reclamar sus derechos.pues el día antes de la fecha señalada los soldados del obispo se apoderó de él y dispersaron a sus seguidores a cañonazos. Poco después Bohm fue quemado por hereje.

CAPITULO 52: LA TEOLOGÍA ACADÉMICA

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Todos tienen un deseo natural de conocer. Pero, ¿de qué sirve el conocimiento sin el temor de Dios? Ciertamente, un labrador humilde que sirve a Dios es mejor que un filósofo orgulloso que [...] trata de entender el curso de los cielos. Tomas Kempis, La Imitación de Cristo.Dos características principales tuvo la teología académica después de su apogeo en Tomás de Aquino. La primera fue una tendencia constante hacia las distinciones cada vez más sutiles, las cuestiones rebuscadas y escabrosas, y el estilo denso y cargado. La segunda fue una creciente separación entre la filosofía y la teología, entre lo que la razón puede descubrir y lo que sólo se sabe porque Dios lo ha revelado.De aquí se sigue que la cuestión de la autoridad es de suma importancia para la teología de los siglos XIV y XV. Si no se puede mostrar mediante la razón que tal o cual cosa son ciertos, hay que tener autoridades infalibles que nos sirvan para conocer la doctrina verdadera. Occam creía que tanto el papa como un concilio universal podían equivocarse, y que sólo las Escrituras eran infalibles. Pero más adelante, según el Gran Cisma de Occidente fue dándole auge al movimiento conciliar, muchos teólogos comenzaron a pensar que un concilio universal era la autoridad suprema, y que ante él toda oposición debía doblegarse. Es por esto que, en el Concilio de Constanza, los grandes teólogos Gerson y de Ailly insistían en la necesidad de que Huss se sometiera al Concilio. Si se le daba oportunidad de demostrar que la gran asamblea se equivocaba al condenarle, caería por tierra la autoridad del Concilio. Y, puesto que el poder de la razón era tan escaso como ellos mismos habían señalado, no quedaría medio alguno de subsanar el cisma, de reformar la iglesia, o de determinar cuál era la recta doctrina.En resumen, en los últimos siglos de la Edad Media el escolasticismo siguió un camino que no podía sino provocar una reacción negativa por parte de gentes devotas, que veían en esa clase de teología, no una ayuda a la piedad, sino un obstáculo. Con insistencia y urgencia siempre crecientes, se hizo oír el grito angustiado de quienes pedían un retorno a la sencillez evangélica.

CAPITULO 54: JERÓNIMO SAVANOROLA

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Estos señorones, como si no supieran que son tan humanos como los demás, quieren que todos los honren y bendigan. Pero el verdadero predicador no puede adularlos, sino que tiene que atacar sus vicios. Luego, no pueden soportarlo, porque no se comporta con ellos como lo hacen los demás. Jerónimo SavonarolaLa predicación de Savonarola, siempre inflamada, incluía profecías cuyo cumplimiento alimentaba el fanatismo con que muchos veneraban al fraile. Así, por ejemplo, cuando uno de los puertos pertenecientes a Florencia fue sitiado por un ejército y una escuadra de la Santa Alianza, Savonarola declaró que, así como los montes serían traspasados al corazón de la mar, así también la flota sería destruida. Poco después una tormenta imprevista dispersó la escuadra de la Santa Alianza, varios de sus buques se hundieron, y los invasores se vieron obligados a levantar el sitio.En los tres juicios, Savonarola fue torturado sin misericordia. Los legados del Papa no lograron que confesara más que el haber tenido la intención de apelar a un concilio universal. Por fin, sin obtener la confesión deseada, lo condenaron por “hereje y cismático”, aunque nunca declararon en qué consistía su herejía. Poco antes habían sido condenados, en semejantes circunstancias, dos de sus más allegados colaboradores.

CAPITULO 27: EL MONAQUISMO BENEDICTINO

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Tú, quienquiera que seas, que corres hacia la patria celestial, practica con la ayuda de Cristo esta pequeña Regla, y entonces llegarás, Dios mediante, a las más elevadas cumbres de la doctrina y la virtud. Benito de Nursia

LA VIDA DE SAN BENITO

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Benito nació en la pequeña aldea italiana de Nursia, alrededor del año 480. A fin de colocar su vida dentro del marco de los acontecimientos que hemos narrado en el capítulo anterior, recordemos que Odoacro depuso al último emperador de Occidente en el 476, y que para el año 493, cuando Benito comenzaba su adolescencia, toda Italia estaba en manos de los ostrogodos. La familia de Benito pertenecía a la vieja aristocracia romana, y es de suponerse que en su juventud presenció las tensiones entre católicos y arrianos que caracterizaron esa época en Italia.Cuando tenía unos veinte años de edad, Benito se retiró a vivir solo en una cueva, donde se dedicó a un régimen de vida en extremo ascético.

LA REGLA DE SAN BENITO

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El enorme impacto de esta Regla no se debió a su extensión, pues cuenta sólo con setenta y tres breves capítulos, que pueden leerse fácilmente en una o dos horas. Ese impacto se debió más bien a que, de forma concisa y clara, la Regla ordena la vida monástica de acuerdo al temperamento y las necesidades de la iglesia occidental.Aun en medio de su moderación, hay dos elementos en los cuales Benito se muestra firme. Estos son la permanencia y la obediencia.Como vemos, la Regla de San Benito no fue escrita para santos venerables como los héroes del desierto, sino para seres humanos y falibles. Quizá en esto esté el secreto de su éxito.Otra característica de la Regla es su insistencia en el trabajo físico, que ha de ser compartido por todos.

EL DESARROLLO DEL MONAQUISMO BENEDICTINO

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Aunque la Regla de San Benito dice poco acerca del estudio, pronto el monaquismo benedictino se distinguió en ese sentido. Ya antes de San Benito, Casiodoro, el ex ministro del rey godo Teodorico, había combinado en su retiro la vida monástica con el estudio. Pronto el régimen benedictino se unió al ejemplo de Casiodoro, y los monasterios benedictinos se volvieron centros de estudio donde se copiaban y conservaban manuscritos.En una época de desorden e incertidumbre, era necesario que surgiesen elementos de unidad que guiasen a Europa hacia el nuevo orden que habría de surgir. Esos elementos fueron el monaquismo benedictino y el papado.

CAPITULO 29: LA IGLESIA ORIENTAL

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Cuando no tengo libros, o cuando mis pensamientos, que me torturan como espinas, me impiden disfrutar de la lectura, voy a la iglesia, que es el remedio disponible para todas las enfermedades del alma. La frescura de las imágenes atrae mis miradas, cautiva mis ojos [...] e insensiblemente me lleva el alma a la alabanza divina. Juan de Damasco. Durante los primeros

UN BOSQUEJO: LOS PRIMEROS SIETE CONCILIOS

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Nicea325Constantinopla381Éfeso431Calcedonia451II Constantinopla553III Constantinopla680–681II Nicea787

APOLINARIO Y EL CONCILIO DE CONSTANTINOPLA

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En Roma, el obispo Dámaso y otros obispos de Occidente condenaron las doctrinas de Apolinario, concordando con los antioqueños en que tal explicación destruiría la doctrina cristiana de la salvación. El cronista Epifanio nos cuenta de un sínodo reunido en el año 374, en el cual se adoptó un credo muy parecido al de Nicea, pero que al llegar a la referencia de la encarnación decía: “fue hecho hombre, es decir, hombre perfecto, con alma, cuerpo e intelecto, y todo lo que constituye un ser humano”. Por fin, el Concilio de Constantinopla del año 381 (el mismo que puso fin a la controversia arriana) condenó el apolinarismo. La iglesia había decidido que la cristología alejandrina en su forma extrema no era aceptable.

NESTORIO Y EL CONCILIO DE EFESO

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Nestorio era un partidario de la escuela de Antioquía que había sido hecho patriarca de Constantinopla en el 428. Políticamente, su situación era difícil, pues el patriarcado de Constantinopla se había vuelto motivo de discordias entre los patriarcas de Alejandría y Antioquía.El motivo inmediato de la controversia fue el término theotokos, que se aplicaba a la Virgen María. Theotokos, que se traduce generalmente como “madre de Dios”, literalmente quiere decir “paridora de Dios”.

EUTIQUES Y EL CONCILIO DE CLACEDONIA

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Esta vez el conflicto tuvo lugar alrededor de la persona de Eutiques, un monje de fuertes convicciones alejandrinas que residía en Constantinopla. El nuevo patriarca de esa capital era Flaviano, ante quien Eutiques fue acusado de herejía por negarse a aceptar, y atacar abiertamente, ciertas frases de la fórmula de unión del año 433. En concreto, Eutiques negaba que Jesucristo existiera en “dos naturalezas después de la encarnación”, y que fuera, en virtud de su humanidad, “consubstancial a nosotros”. Al parecer, Eutiques se atrevía a atacar abiertamente la fórmula de reunión porque contaba con el apoyo de Dióscoro y del gran chambelán Crisapio.

LOS TRES CAPITULOS Y EL SEGUNDO CONCILIO DE CONSTANTINOPLA

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la controversia llamada “de los Tres Capítulos”. En el curso de la conferencia de Constantinopla, y a través de sus muchas conversaciones con los jefes monofisitas, Justiniano se percató de que éstos no se oponían tanto al Concilio de Calcedonia como a las enseñanzas de algunos de los teólogos antioqueños que parecían formar el trasfondo de ese Concilio. Estos teólogos eran principalmente tres: Teodoro de Mopsuestia, Teodoreto de Ciro e lbas de Edesa.Esta situación le dictó al Emperador el curso a seguir. ¿Por qué no condenar las obras de estos tres teólogos, para así garantizarles a los monofisitas moderados que el Concilio de Calcedonia, con su afirmación de las “dos naturalezas”, no se interpretaría en sentido nestoriano? Esto fue precisamente lo que hizo Justiniano, mediante dos edictos promulgados en el 544 y el 551. A partir de entonces, la obra (y a veces las personas) de los tres teólogos condenados recibió el nombre de “los Tres Capítulos”.

EL MONOTELISMO Y EL TERCER CONCILIO DE CONSTANTINOPLA

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El patriarca Sergio de Constantinopla, tras varios ensayos fallidos de fórmulas de acercamiento con los monofisitas, propuso la doctrina que se ha dado en llamar “monotelismo”. Esta palabra viene de las raíces griegas mono, que quiere decir “uno”, y thelema, que quiere decir “voluntad”.En consecuencia, el Sexto Concilio Ecuménico, reunido en Constantinopla en el 680 y el 681, condenó el monotelismo y reafirmó la Definición de fe de Calcedonia.

LA CUESTIÓN DE LAS IMÁGENES Y EL SEGUNDO CONCILIO DE NICEA

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En el año 754, el hijo de León, Constantino V, convocó un concilio que prohibió el uso de imágenes en el culto, y condenó a los que habían salido en defensa de ellas, especialmente al patriarca Germán de Constantinopla y al famoso teólogo Juan de Damasco. Así surgieron dos partidos, que recibieron los nombres de “iconoclastas” (destructores de imágenes) e “iconodulos” (adoradores de imágenes).Los argumentos de los iconoclastas se basaban en los pasajes bíblicos que prohíben la idolatría, particularmente Éxodo 20:4, 5. Pero aparte de esto los historiadores no concuerdan acerca de las razones que llevaron a los emperadores a desatar su campaña iconoclasta. No cabe duda que León III era un hombre de fe sincera. Pero además es muy posible que sus decretos se hayan debido a un deseo de desmentir a los musulmanes, que acusaban a los cristianos de idolatría.

CAPITULO 31. LAS CONQUISTAS ARABES

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Aunque antes habían pedido ayuda contra los incrédulos, cuando recibieron de Dios un libro que confirmaba las Escrituras no quisieron creer. Por esa razón los infieles recibirán la maldición de Dios. El Corán

MAHOMA

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El fundador del Islam, Mahoma, era miembro de una familia destacada en la ciudad de Meca, en Arabia. Su padre había muerto poco antes de que Mahoma naciera, y su madre murió cuando el niño tenía seis años. Fue entonces su tío quien lo crió. Pero los negocios de la familia sufrieron serios reveses, y Mahoma pasó buena parte de su juventud como pastor.Alrededor del año 610, cuando contaba unos cuarenta años, comenzó la carrera religiosa del Profeta. Este había acostumbrado retirarse de vez en cuando a un lugar apartado, para orar y meditar. Por esa época, había tenido ya amplios contactos con el judaísmo y con el cristianismo, pues en Arabia había buen número de judíos, y había también cristianos de diversas sectas.En el año 622, Mahoma se refugió en un oasis cercano, donde estaba la población que después recibió el nombre de Medina. Es a partir de esa fecha que los musulmanes cuentan los años.Mahoma gozó cada vez de más prestigio y poder entre los árabes, y a su muerte, en el 632, buena parte de la península de Arabia se había hecho musulmana.

LAS CONQUISTAS DE LOS CALIFAS

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A la muerte de Mahoma la dirección de la comunidad musulmana cayó sobre los califas (del árabe califat, que quiere decir “sucesor”). El primer califa fue Abu Béquer, quien había sido uno de los principales acompañantes de Mahoma. Bajo Abu Béquer, el Islam consolidó su dominio en Arabia occidental, y tuvo sus primeros encuentros con los ejércitos bizantinos, que fueron derrotados en el 634.

CONSECUENCIAS DE LAS CONQUISTAS

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Cien años mediaron entre la muerte de Mahoma y la batalla de Poitiers. Fueron cien años que cambiaron la faz del Mediterráneo, y tendrían profundas implicaciones para el futuro de la región y de la iglesia. Hasta entonces, a pesar de las invasiones de los bárbaros, el Mediterráneo había sido un lago romano.

CAPITULO 33: LA IGLESIA DE ORIENTE DESPUES DE LAS CONQUISTAS ARABES

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Hasta nosotros han llegado muchos cristianos, algunos de ellos italianos, otros griegos y otros alemanes, y nos ha hablado cada cual a su modo. Pero nosotros los eslavos somos gente sencilla, y no tenemos quien nos enseñe la verdad [...]. Por tanto te rogamos nos envíes a alguien capaz de enseñarnos toda la verdad. Ratislao de Moravia a Miguel de Constantinopla

LA EXPANSIÓN DEL CRISTIANISMO BIZANTINO

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Tras los germanos, otros pueblos se habían establecido en la Europa central. De estos el más numeroso era el de los eslavos, cuyas diversas ramas ocupaban lo que hoy es Polonia, los países bálticos, y parte de lo que después fue Rusia, Checoslovaquia, Yugoslavia y Grecia. Los que habían cruzado el Danubio se encontraban bajo el gobierno, al menos nominal, de Constantinopla, Los demás estaban divididos en diversas tribus y reinos. Poco después los búlgaros se habían adueñado de buena parte de la cuenca del Danubio, donde gobernaban sobre una población formada por eslavos y por antiguos súbditos de Bizancio.En resumen, aunque sus fronteras se hallaban amenazadas constantemente por musulmanes, búlgaros y otros, el cristianismo bizantino logró dejar su sello tanto en Bulgaria como en Rusia, y ese sello no se ha borrado hasta nuestros días.

LAS RELACIONES CON ROMA

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Tras la querella de las imágenes, las relaciones entre Roma y Constantinopla fueron haciéndose cada vez más tensas. Roma no necesitaba ya del apoyo del emperador de Constantinopla puesto que en Carlomagno y sus sucesores se había procurado sus propios emperadores. Además, la prolongada controversia acerca de las imágenes había convencido a los occidentales de que el cristianismo oriental estaba de tal modo supeditado a los caprichos imperiales que fácilmente podía dejarse llevar hacia la herejía. Por su parte, los orientales no gustaban del modo en que los papas comenzaban a referirse a sí mismos como si gozaran de una autoridad universal, más bien que como patriarcas de Occidente.

CAPITULO 35: LA REFORMA MONÁSTICA

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La historia de Marta y María en el Evangelio muestra que la vida contemplativa ha de preferirse. María escogió la mejor parte. [...] Pero la parte de Marta, si es la que nos ha tocado, ha de llevarse con paciencia. Bernardo de ClaravalLos que se encontraban en lugares más protegidos se volvieron juguete de las ambiciones de abades y prelados. Los nobles u obispos que eran sus supuestos protectores los utilizaban para sus propios fines. Al igual que el papado y los obispados, las abadías fueron objeto de codicia, y hubo quienes llegaron a ellas mediante la simonía o aun el homicidio, y luego las utilizaron para llevar una vida muelle muy distinta del ideal benedictino. Los monjes de vocación sincera se veían violentados por las circunstancias de la época. La Regla de San Benito apenas se cumplía. Y cuando algún monje devoto fundaba un nuevo monasterio, a la postre éste también se volvía presa de los ricos y poderosos.

LA REFORMA CLUNIACENSE

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Para dirigir su fundación, Guillermo trajo a sus tierras a Bernón, quien se había distinguido por su firmeza al aplicar la Regla, y por sus propios esfuerzos en pro de la reforma de otros monasterios. Bernón le pidió a Guillermo que le concediera para su fundación un lugar llamado Cluny, que era el sitio favorito de caza del Duque.la abadía de Cluny se volvió uno de los más suntuosos templos de Europa. Otras casas siguieron el mismo camino. Con el correr de los años, se perdió la sencillez de vida que era el ideal monástico, y otros movimientos más pobres y más recientes tomaron su lugar. Igualmente, una de las principales causas de los fracasos que sufrió la reforma del siglo XI fue la riqueza de la iglesia, que le hacía difícil desentenderse de las intrigas entre los poderosos, y tomar el partido de los oprimidos.

LA REFORMA CISTERCIENSE

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La reforma eclesiástica de que trataremos en los dos próximos capítulos estaba en su auge cuando Roberto de Molesme decidió abandonar el monasterio de ese nombre y fundar uno nuevo en Cîteaux: de cuyo nombre latino, Cistertium, se deriva el término “cisterciense”. Poco después, por orden papal, Roberto tuvo que regresar a Molesme. Pero en Cîteaux quedó un pequeño núcleo de monjes, decidido a continuar la obra comenzada. El próximo abad, Alberico, logró que el papa Pascual II, en el 1110, colocara el nuevo monasterio bajo la protección de la Santa Sede, como lo estaba el de Cluny. Bajo Esteban Harding, el sucesor de Alberico, la comunidad continuó creciendo, y se hizo necesaria una nueva fundación en La Ferté.

CAPITULO 37: EL CONFLICTO ENTRE EL PONTIFICADO Y EL IMPERIO

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Les prohibimos a todos los clérigos recibir de manos del emperador, del rey, o de cualquier laico, sea varón o mujer, la investidura de un obispado, de una abadía, o de una iglesia. Gregorio VII

GREGORIO VII Y ENRIQUE IV

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A pesar de sus decretos en contra de la investidura laica, el Papa no parecía estar dispuesto a aplicarlos universalmente. Mientras los diversos señores laicos designaran a personas dignas, y su investidura se hiciese sin sospecha alguna de simonía, Gregorio no insistiría en sus decretos. El caso de Enrique IV de Alemania, sin embargo, era más difícil, pues varios de sus nombramientos, hechos sin prestar atención alguna a los edictos papales, eran cuestionables. Pero a pesar de ello el Papa se limitó a hacerle llegar noticia de su descontento.El celibato eclesiástico era ahora el ideal, no sólo de los monjes y de los papas reformadores, sino también de buena parte del pueblo. El papado había visto una de sus horas más brillantes cuando Enrique IV se humilló ante Hildebrando en Canosa. Pero todo esto se logró a un precio enorme. Centenares de familias de clérigos fueron deshechas. Las honestas mujeres que habían vivido en lícito matrimonio con hombres ordenados fueron tratadas como concubinas o como rameras, y arrancadas de sus hogares. Alemania e Italia se vieron envueltas en cruentas guerras civiles. Roma fue destruida, y muchos de sus habitantes vendidos como esclavos. Gregorio amó sinceramente la justicia y odió la iniquidad. Pero la “justicia” que amó fue tan eclesiocéntrica, su política tan dedicada a la exaltación del papado, sus ideales reformadores tan rígidamente tomados de la vida monástica, que muchos de sus resultados fueron inicuos. Su exilio fue una desventura más entre las muchas que su reforma acarreó.

URBANO II Y ENRIQUE IV

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Urbano era un hombre de profundas convicciones monásticas, formado a la sombra de Bruno, el fundador de los cartujos. Poco después de su elección, las vicisitudes políticas fueron tales que quedó como dueño de Roma, de donde el antipapa fue expulsado. A Urbano se le conoce sobre todo porque fue él quien impulsó la primera cruzada (véase el capítulo IV). Pero además continuó la política reformadora de Hildebrando, y su lucha contra el Emperador.Pero el acontecimiento más notable del pontificado de Urbano en lo que se refiere a las relaciones con el Emperador, fue la rebelión de Conrado, el hijo de Enrique IV, quien se declaró rey de Italia, y fue proclamado como tal por el partido papal, a cambio de que renunciara a todo derecho de investidura eclesiástica.

PASCUAL II Y LOS DOS ENRIQUES

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El sucesor de Urbano fue Pascual II, quien tuvo esperanzas de ver terminado el cisma cuando murió el antipapa Clemente. Pero el Emperador hizo elegir en rápida sucesión a otros tres, y el cisma continuó.Empero la muerte de Enrique IV no puso fin a la contienda entre el papado y el Imperio. La cuestión de las investiduras no se resolvía tan fácilmente, pues en ella entraban en conflicto los intereses de los emperadores y los ideales de los reformadores. Pronto el joven Enrique comenzó a nombrar obispos con la misma libertad con que lo había hecho su padre.

EL CONCORDATO DE WORMS

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Las negociaciones fueron largas, y no faltaron nuevas campañas militares, recelos y amenazas. Pero a la postre ambas partes llegaron al Concordato de Worms. En él se determinaba que los prelados serían nombrados mediante una elección libre, según la antigua usanza, aunque en presencia del Emperador o de sus representantesLa iglesia, al tiempo que insistía sobre su independencia en los asuntos espirituales, no estaba dispuesta a renunciar a toda injerencia en los temporales. Y esa injerencia tenía lugar, no ya favor de los pobres y oprimidos, como en tiempos anteriores, sino por motivos de ambiciones personales y de dinastía.

CAPITULO 39: LA RECONQUISTA ESPAÑOLA

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El rey va tan desmayado que sentido no tenía......Iba tan tinto de sangre que una brasa parecía......“Ayer era rey de España, hoy no lo soy de una villa”. Ayer, villas y castillos; hoy, ninguno poseía. Romance de don Rodrigo

LOS PRIMEROS SIGLOS

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Los primeros años de dominación árabe en España fueron turbulentos. La mayor parte de las tropas que habían invadido el país estaba compuesta de soldados de origen marroquí. Por esa razón en España el término “moro” vino a ser sinónimo de “musulmán”.REYES DE ASTURIASPelayo718–37Favila737–39Alfonso I739–57Fruela757–68Aurelio768–74Silo774–83Mauregato783–88Bermudo788–91Alfonso II791–842Ramiro I842–50Ordoño I850–66Alfonso IIIREYES DE LEONGarcía I911–14Ordoño II914–24Fruela II924–25Alfonso Fróilaz925Alfonso IV925–31Ramiro II931–51Ordoño II951–56Sancho I956–58Ordoño IV958–60Sancho I958–66Ramiro III966–84Bermudo III1028–37Fernando I Rey de Castilla desde 10351037–REYES DE CASTILLAFernán González930–970García Fernández970–95Sancho García995–1017García Sánchez1017–29Mayor1029–35Fernando I, rey de Castilla1035–65

LA RECONQUISTA DESPUES DE LA MUERTE DE ALMANZOR

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A la muerte de Almanzor, en el 1002, la situación cambió radicalmente. El califato se deshizo. Los moros, cansados de la dominación árabe, dividieron sus territorios en una multitud de estados independientes, los llamados “reinos de taifas” (de una palabra árabe que quiere decir “grupo” o "facción"). Al mismo tiempo, primero bajo Sancho III de Navarra y después bajo su hijo Fernando I de León y Castilla, los cristianos pudieron presentar un frente relativamente unido. El resultado fue una nueva etapa en la Reconquista.

LOS ALMORÁVIDES Y LOS ALMOHADES

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Mientras los territorios musulmanes en España habían estado bajo el dominio de los pequeños reinos de taifas, en el norte de África había surgido el movimiento de los almorávides.Estos, de origen beréber, habían logrado imponer su autoridad sobre Marruecos, Tunisia y buena parte del África central, hasta el Senegal. Su islamismo era más fanático e intolerante que el de los regímenes anteriores, y sus conquistas tomaban el carácter de guerra santa.Los almohades no lograron unificar los diversos partidos mahometanos que existían en España, y por tanto pronto aparecieron pequeños reinos al estilo de los del período de taifas. A pesar de ello, lograron derrotar en Alarcos a Alfonso VIII de Castilla, y los cristianos se vieron fuertemente presionados en diversos frentes.

EL IMPACTO DE ESPAÑA EN LA TEOLOGÍA CRSITIANA

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Mientras algunos de los cristianos pretendían que los moros no eran sino unos infieles ignorantes, el hecho es que en muchos sentidos la civilización musulmana del sur de España estaba más adelantada que la del resto de Europa. Había allí grandes médicos, arquitectos y matemáticos de quienes los cristianos tenían mucho que aprender. Pero sobre todo, para lo que aquí nos interesa, había filósofos notabilísimos cuyo impacto se haría sentir en toda la teología cristiana occidental. Entre éstos, los más importantes fueron el musulmán Averroes y el judío Maimónides, ambos cordobeses.

CAPITULO 41: LA ACTIVIDAD TEOLÓGICA

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No pretendo, Señor, penetrar tu profundidad, porque mi intelecto no se puede comparar con ella. Lo que deseo es entender, siquiera imperfectamente, tu verdad. Esa es la verdad que mi corazón cree y ama. No trato de comprender para creer, sino que creo y por ello puedo llegar a comprender. Anselmo de Canterbury

ANSELMO DE CANTERBURY

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El primero de los grandes pensadores que esta época produjo fue Anselmo de Canterbury. Natural del Piamonte, en Italia, Anselmo era hijo de una familia noble, y su padre se opuso a su carrera monástica. Pero el joven insistió en su vocación, y en el 1060 se unió al monasterio de Bec, en Normandía. Aunque ese monasterio se encontraba lejos de su patria, Anselmo se dirigió a él debido a la fama de su abad, Lanfranco. Allí se dedicó al estudio teológico, y produjo varias obras, de las cuales la más importante es el Proslogio. En el 1078 fue hecho abad de Bec, pues Lanfranco había dejado el monasterio para ser consagrado como arzobispo de Canterbury.La importancia teológica de Anselmo radica en que fue el primero, después de siglos de tinieblas, en volver a aplicar la razón a las cuestiones de la fe de modo sistemático. Cada una de sus obras trata acerca de un tema específico, como la existencia de Dios, la obra de Cristo, la relación entre la predestinación y el libre albedrío, etc. Y en la mayor parte de los casos Anselmo trata de probar la doctrina de la iglesia sin recurrir a las Escrituras o a cualquier otra autoridad.

PEDRO ABELARDO

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Otro de los principales precursores del escolasticismo fue Pedro Abelardo, a quien sus amores con Eloísa, y lo que sobre ellos se ha dicho y escrito, han hecho famoso. Abelardo nació en Bretaña en el año 1079, y dedicó buena parte de su juventud a estudiar bajo los más ilustres maestros de su tiempo. Sus peripecias de aquellos tiempos nos las cuenta Abelardo en su Historia de las calamidades, que él mismo compuso hacia el fin de sus días. En ella, descubrimos a un joven indudablemente dotado de una inteligencia superior, pero que de tal modo se enorgullece de esa inteligencia que va creándose enemigos por doquier

LOS VICTORINOS Y PEDRO LOMBARDO

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El sucesor de Guillermo, Hugo, fue el más célebre maestro de la escuela de San Víctor. El y su sucesor, Ricardo, combinaron una piedad profunda con la investigación teológica cuidadosa. De este modo, la escuela de San Víctor fue uno de los lugares donde se subsanó la vieja división entre los pensadores al estilo de Abelardo y los místicos como Bernardo.La importancia de Pedro Lombardo se debe mayormente a su obra Cuatro libros de sentencias, comúnmente llamada Sentencias. Lo que hizo en ella fue sencillamente recopilar, como antes lo había hecho Pedro Abelardo, las sentencias de diversos autores acerca de toda una serie de cuestiones teológicas.

LAS UNIVERSIDADES

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las universidades no eran en sus inicios instituciones de enseñanza superior, sino gremios de estudiantes y profesores, cuya función era tanto defender los intereses comunes a todos ellos como certificar el grado de preparación que cada cual alcanzaba. Por ello, una de las características principales de tales universidades era que sus maestros gozaban del jus ubique docendi: el derecho de enseñar en todas partes.Las universidades más antiguas se remontan a fines del siglo XII, cuando las escuelas de ciudades tales como París, Oxford y Salerno lograron gran auge. Pero fue el siglo XIII el que vio el crecimiento pleno de las universidades.

EL RETO DE ARISTÓTELES

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La Europa occidental comenzaba a descubrir una filosofía que difería de la platónica en algunos puntos fundamentales. Esto se debía en parte a las diferencias que habían existido siempre entre el platonismo y el aristotelismo, y en parte al modo en que Averroes interpretaba a Aristóteles. En todo caso, pronto hubo buen número de filósofos, especialmente en la Facultad de Artes de París, que decían que la filosofía de Aristóteles era indudablemente superior, y enseñaban esa filosofía más bien que la platónica. Es de suponerse que esto les creaba dificultades a los teólogos, acostumbrados como estaban a pensar en otros términos. En París, el partido aristotélico llegó a sostener posiciones absolutamente inaceptables para la iglesia. Estas posiciones eran las que hemos descrito al final del capítulo V, al exponer las doctrinas de Averroes: la independencia de la filosofía frente a la teología, la eternidad del mundo, y la unidad de todas las almas. Quienes sostenían estas posiciones recibieron el nombre de “averroístas latinos”, y produjeron tal revuelo que pronto se prohibió el estudio de Aristóteles, aunque esa prohibición nunca se aplicó con todo rigor.

SAN BUENAVENTURA

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Buenaventura hizo sus estudios universitarios en París, y fue también allí donde tomó el hábito franciscano. En el 1253, después de pasar varios años dando conferencias y comentando sobre las Escrituras y las Sentencias, recibió el doctorado. Cuatro años después los franciscanos lo eligieron como ministro general, cargo que ocupó con gran distinción hasta el 1274. Era la época de la lucha con los franciscanos “espirituales”, y la firmeza y moderación de Buenaventura le han valido el título de “segundo fundador de la orden”.Buenaventura no era sobremanera original. Ese no era su propósito. Lo que él pretendía hacer, e hizo con gran habilidad, era mostrar que la teología tradicional, y sus fundamentos agustinianos, eran todavía válidos, y que no era necesario capitular ante la nueva filosofía, como lo hacían los “arroístas latinos”.

SANTO TOMÁS DE AQUINO

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Santo Tomás de Aquino. Nacido alrededor del 1224 en las afueras de Nápoles, Tomás procedía de una familia noble. Todos sus hermanos y hermanas llegaron a ocupar altas posiciones en la sociedad italiana de su época. A Tomás, que era el más joven, sus padres le habían deparado la carrera eclesiástica, con la esperanza deque llegara a ocupar algún cargo de poder y prestigio, como el de abad de Montecasino. Tenía cinco años de edad cuando fue colocado en ese monasterio, aunque nunca tomó el hábito de los benedictinos. A los catorce, fue a estudiar a la universidad de Nápoles, donde por primera vez conoció la filosofía aristotélica. Todo esto era parte de la carrera que sus padres y familiares habían proyectado para él.Esa es la función de las famosas cinco vías que Santo Tomás sigue para probar la existencia de Dios. Todas estas vías son paralelas, y no es necesario seguirlas todas. Baste decir que todas ellas comienzan con el mundo que conocemos mediante los sentidos, y a partir de él se remontan a la existencia de Dios.la teología que Tomás propuso, aun en medio de la oposición de casi toda la iglesia de su tiempo, a la postre fue reconocida como mejor expresión de la doctrina cristiana.

CAPITULO 43: LA CUMBRE DEL PAPADO

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Tú eres tanto el heredero como la herencia del mundo. [... ] Pero creo que lo que has recibido no es su posesión, sino su administración. [... ] Lo que más temo que pueda sucederte no es el veneno o la espada, sino los deseos de señorear. Bernardo de Claraval a Eugenio Ill

EL PAPADO BAJO EL ALA DE SAN BERNARDO

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En Francia, el rey Carlos el Gordo convocó un concilio que se reunió en Etampes, y que pronto requirió la presencia del famoso abad de Claraval, Bernardo. Este acudió en obediencia al mandato del Rey y los prelados, quienes entonces le declararon que habían decidido unánimemente confiarle a él la decisión acerca de quién era el papa legítimo. Sobre el monje que había deseado dedicarse a la vida contemplativa de María recaían ahora las más graves responsabilidades de Marta. Bernardo falló a favor de Inocencio, y todo el reino aceptó su decisión.

BAJO LA SOMBRA DE FEDERICO BARBARROJA

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Poco antes de la muerte de Eugenio, falleció también el emperador Conrado III, y le sucedió Federico I Barbarroja, el más grande emperador que Europa había conocido desde tiempos de Carlomagno.Federico Barbarroja, al frente de un gran ejército, había cruzado los Alpes para reclamar el título de rey de Italia. Todas las ciudades republicanas del norte se le sometieron, y los republicanos de Roma le enviaron una delegación pidiéndole su apoyo frente a Adriano. Esa solicitud fue un error, pues Federico no sentía simpatía alguna por la causa republicana, y despidió airadamente a los delegados. Entonces marchó hacia Roma, donde fue coronado por Adriano.

INOCENCIO III

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Puesto que el Imperio se encontraba desorganizado por razón de la muerte inesperada de Enrique, los cardenales romanos pudieron elegir al nuevo papa sin intervención secular, y sin que se produjera un cisma. El nuevo papa, que a la sazón contaba treinta y siete años de edad, tomó el nombre de Inocencio III, y fue el pontífice más poderoso que haya jamás ocupado la cátedra de San Pedro. La viuda de Enrique, Constancia, temía que las diversas facciones que pronto surgieron en Alemania trataran de destruir a su hijo Federico, heredero de la corona de Sicilia. Para evitarlo, colocó al niño y su reino bajo la protección de Inocencio, e hizo de Sicilia un feudo del papa. De ese modo se deshacía la amenaza que ese reino había representado para el papado en tiempos de Enrique VI.

LOS SUCESORES DE INOCENCIO

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Durante casi un siglo, los sucesores de Inocencio gozaron del prestigio que el gran papa había logrado. Sus sucesores inmediatos, Honorio III, Gregorio IX, Celestino IV e Inocencio IV, tuvieron que enfrentarse a las ambiciones de Federico II, a quien, como hemos visto, Inocencio III había hecho emperador. Pero Federico falleció en el 1250, y cuatro años más tarde, al morir su hijo Conrado IV, desapareció la dinastía de los Hohenstaufen. Desde el 1254 hasta el 1273 hubo una larga anarquía en Alemania, y el papado pudo continuar su política sin preocuparse por la intervención del Imperio. Ese interregno terminó cuando el papa Gregorio X pensó que la anarquía alemana redundaba en perjuicio de la iglesia, y apoyó la elección de Rodolfo de Habsburgo. Poco después, cuando era papa Nicolás III, este emperador declaró que el papado y sus territorios eran independientes del Imperio.

CAPITULO 45: EL PAPADO BAJO LA SOMBRA DE FRANCIA

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Es de absoluta necesidad para la salvación que todas las criaturas humanas estén bajo el pontífice romano. Bonifacio VIII

BONIFACIO VIII Y FELIPE EL HERMOSO

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Al terminar la sección anterior, señalamos que el papa Celestino V, hombre de profunda convicción franciscana, renunció a su posición, y que en su lugar fue electo Bonifacio VIII. Benedetto Gaetani —que así se llamaba originalmente el nuevo papa— era un hombre de carácter opuesto al de Celestino. Mientras éste había resultado ser un fracaso debido a su sencillez extrema, que no le permitía tomar en cuenta los torcidos motivos que mueven el corazón humano, Gaetani tenía larga experiencia diplomática como legado pontificio, y había tenido tratos con reyes y magnates en diversos países de Europa.Cuando Bonifacio fue electo en 1294 (mucho antes de la guerra de los Cien Años que hemos narrado en el capítulo anterior), Francia e Inglaterra estaban a punto de declararse la guerra. Mediante un subterfugio, el rey de Francia, Felipe IV el Hermoso, se había apoderado de la Guyena, propiedad hereditaria de Eduardo I de Inglaterra. En respuesta, este último, que en sus posesiones francesas era vasallo de Felipe, se declaró en rebeldía, y apoyó económicamente a Adolfo de Nassau y al conde de Flandes, enemigos de Felipe. Por su parte, el rey de Francia le prestó ayuda a la resistencia que los escoceses le oponían a Eduardo.

EL PAPADO EN AVIÑON

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Mes tras mes, y año tras año, Clemente se paseó por Francia y sus cercanías, sin acceder a las peticiones que le hacían los romanos, rogándole que viniera a su ciudad. Uno de los lugares donde pasó buena parte de su pontificado fue Aviñón, ciudad junto a la frontera francesa que era propiedad papal, y donde sus sucesores fijaron después su residencia por largos años.Benito XII (1334–1342), al mismo tiempo que les prometía a los romanos regresar en breve a la sede de San Pedro, comenzaba la construcción de un gran palacio en Aviñón, que a partir de entonces sería la residencia papal. Además, dando a entender con ello que Roma no era ya la residencia habitual de los papas, hizo traer de ella los archivos papales.

SANTA CATALINA DE SIENA

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En el 1347, y en medio de una numerosa familia en el barrio de los curtidores en Siena, nació la que después recibiría el nombre de “Santa Catalina de Siena”.Desde muy joven, mostró singular inclinación hacia la vida religiosa, y a los diecisiete años de edad se unió a las “hermanas de la penitencia de Santo Domingo”. Esta era una organización muy flexible cuyos miembros continuaban viviendo en sus propias casas, y allí se dedicaban a la contemplación. Para que la joven Catalina pudiera llevar ese género de vida, su padre le asignó una pequeña alcoba, donde pasó varios años de vida contemplativa.Catalina, como hemos dicho, murió tres años después de ver realizado su anhelo. Poco menos de un siglo más tarde fue declarada santa por la iglesia romana. Y en 1970 Paulo VI le dio el título de “doctor de la iglesia”. Ella y Santa Teresa de Jesús son las únicas mujeres a quienes el papado ha dado ese honroso título, hasta entonces reservado para unos pocos teólogos varones.

LA VIDA ECLESIÁSTICA

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Las consecuencias del papado en Aviñón fueron funestas para el cristianismo de habla latina—es decir, toda la cristiandad occidental. Las constantes guerras en Italia, y el lujo de sus propias cortes, requerían que los papas de Aviñón tuviesen amplios recursos económicos. Puesto que las diversas facciones en Italia se adueñaron de los territorios que antes habían sido “el patrimonio de San Pedro”, el único recurso que les quedaba a los papas era obtener fondos procedentes de los demás países de Europa occidental. Pero los fieles en esas regiones no estaban dispuestos a contribuir voluntariamente todo lo que el papado requería, y por tanto los pontífices de Aviñón, y Juan XXII en particular, elaboraron todo un sistema de impuestos eclesiásticos.Unos trataban de reformar la iglesia a partir del papado. Otros tenían intereses más locales. Algunos centraban su atención sobre la vida privada y la experiencia mística. Unos pretendían reformar tanto las costumbres como la teología de la época, mientras otros se contentaban con llamar a las gentes a una nueva dedicación. Fue una época en que las tristes realidades dieron lugar a muchos y muy nobles sueños. Pero fue también una poca en la que casi todos esos sueños quedaron frustrados.

CAPITULO 47: LA REFORMA CONCILIAR

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Tal concilio puede abrogar los privilegios papales, y contra él no hay apelación posible. Puede además elegir, rebajar o deponer al Papa. Puede hacer nuevas leyes, y cancelar las antiguas. Dietrich de Niem

LA TEORÍA CONCILIAR

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Aunque los papas y cardenales parecieron prestar oídos sordos por largo tiempo, el hecho es que toda la cristiandad occidental se cansaba de los desmanes de los potentados eclesiásticos, y anhelaba una reforma moral de la iglesia.La teoría conciliar tenía viejas raíces históricas. Pero para nuestros efectos podemos decir que el gran maestro de los principales exponentes del conciliarismo fue Guillermo de Occam, a quien nos hemos referido al tratar acerca de la “cautividad babilónica” del papado, y quien ocupará buena parte de nuestra atención cuando, en el próximo capítulo, intentemos resumir la teología de la época.la idea de un concilio universal no era sólo el modo de ponerle fin al cisma, sino que era además el mejor instrumento para la reforma de la iglesia. Los graves males de la época se le atribuían entonces a la excesiva centralización del poder eclesiástico.

EL CONCILIO DE PISA

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En cuanto a Gregorio, su situación era aún más precaria, pues no tenía un reino que lo protegiera, como Benito tenía el de Aragón. Su pretendido concilio nunca pasó de ser un puñado de partidarios suyos a quienes nadie hizo caso. Por fin se retiró a Rimini. Mientras tanto, había llegado la fecha del Concilio de Pisa. En la catedral de esa ciudad se reunió una multitud que incluía, además de los cardenales de ambos colegios, un gran número de arzobispos, obispos, abades y ministros generales de órdenes, así como varios centenares de doctores en derecho canónico y en teología.El santo concilio ecuménico, que representa a la católica iglesia de Dios, y a quien corresponde juzgar en este asunto, reunido por la gracia del Espíritu Santo en la catedral de Pisa, y tras haber escuchado a quienes abogan por la extirpación del abominable e inveterado cisma, y por la unión y restauración de nuestra santa madre iglesia, contra Pedro de Luna y Ángel Correr (a quienes algunos llaman Benito XIII y Gregorio XII), declara que los crímenes y abusos de estos dos, según ha sido demostrado ante el sacro concilio, son verdaderos y notorios. Los dos pretendientes, Pedro de Luna y Ángel Correr, han sido y siguen siendo cismáticos manifiestos, partidarios obstinados, que aprueban, defienden y patrocinan el614cisma. Son evidentemente herejes que se han apartado de la fe. Han cometido perjurio, y sus promesas de nada valen.

LOS TRES PAPAS

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el Concilio de Pisa, lejos de resolver el cisma, lo complicó, pues ahora había tres papas, y cada cual se consideraba a sí mismo el legítimo sucesor de San Pedro y cabeza de la iglesia. Aunque la mayoría de los estados de Europa occidental aceptaba tanto el Concilio de Pisa como el papa electo en él, Benito todavía era considerado papa legítimo por toda la Península Ibérica y por Escocia.En lugar de atacar inmediatamente a sus dos rivales, Alejandro V se dedicó a consolidar su posición confirmando casi todos los cargos y honores que habían sido conferidos por los dos papas a quienes el Concilio había declarado depuestos.

EL CONCILIO DE CONSTANZA

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Cuando el Concilio inició sus sesiones, a fines de 1414, Juan XXIII tenía razones para estar esperanzado, pues tanto el Emperador como la inmensa mayoría de los presentes lo habían recibido con amplias muestras de respeto, dando a entender que lo tenían por papa legítimo. Pero al mismo tiempo había señales de peligro. En un sermón, el cardenal Pedro de Ailly, uno de los hombres más eruditos y respetados de la época, declaró que el Concilio tenía potestad sobre el papado, y que sólo era digno de ocupar esta alta dignidad quien llevase una vida ejemplar.Cansados de un concilio que había durado tres años, los miembros de la asamblea decidieron que, en lugar de insistir de inmediato en la reforma, sencillamente garantizarían que el movimiento conciliar pudiera continuar, y después elegirían un nuevo papa.

EL TRIUNFO DEL PAPADO

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Los próximos años fueron un período de tensión creciente entre la doctrina conciliarista y la de la monarquía papal. Martín V, que era hábil diplomático, se cuidó de no contradecir los decretos del Concilio de Constanza.

CAPITULO 49: JUAN HUSS

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Por tanto, ni el papa es la cabeza, ni los cardenales son todo el cuerpo de la iglesia santa, católica y universal. Porque únicamente Cristo es la cabeza, y sus predestinados son el cuerpo, y cada uno es miembro de ese cuerpo. Juan Huss

VIDA Y OBRA DE JUAN HUSS

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Nacido alrededor de 1370, de una familia campesina que vivía en la pequeña aldea de Hussinek, Juan Huss ingresó a la universidad de Praga cuando tenía unos diecisiete años. A partir de entonces, toda su vida transcurrió en la capital de su país, excepto sus dos años de exilio y su encarcelamiento en Constanza. En 1402 fue hecho rector y predicador de la capilla de Belén. Allí se dedicó a predicar la reforma que tantos otros checos habían propugnado desde tiempos de Carlos IV. Su elocuencia y ardor eran tales, que pronto aquella capilla se volvió el centro del movimiento reformador.El mismo año que pasó a ocupar el púlpito de Belén, Huss fue hecho rector de la universidad. Por tanto, se encontraba en óptima posición para impulsar la reforma. Al mismo tiempo que predicaba contra los abusos que existían en la iglesia, Huss continuaba sosteniendo las doctrinas generalmente aceptadas, y ni aun sus peores enemigos se atrevían a impugnar su vida o su ortodoxia. A diferencia de Wyclif, Juan Huss era un hombre en extremo afable, y grande el apoyo popular con que contaba.

HUSS ANTE EL CONCILIO

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El Concilio de Constanza prometía ser la aurora de un nuevo día en la vida de la iglesia. A él acudirían los más distinguidos propugnadores de la reforma mediante un concilio, Juan Gerson y Pedro de Ailly. En él se decidiría de una vez por todas la cuestión de quién era el legítimo papa, y se tomarían medidas contra la simonía, el pluralismo y tantos otros males. Y a él estaba invitado Juan Huss, para presentar su caso. Aquella asamblea podría volverse el gran púlpito que él utilizaría en pro de la reforma.El 5 de junio de 1415, Huss compareció ante el Concilio. Unos pocos días antes, Juan XXIII había sido arrestado y traído de vuelta a Constanza, según narramos en el capítulo IV.—Apelo a Jesucristo, el único juez todopoderoso y totalmente justo. En sus manos pongo mi causa, puesto que El ha de juzgar a cada cual, no a base de testigos falsos y concilios errados, sino de la verdad y la justicia. Por varios días se le tuvo entonces encarcelado, en la esperanza de que flaqueara y se retractara. Muchos fueron a rogarle que lo hiciera, conscientes quizá de que su condenación sería una mancha imborrable para el Concilio de Constanza. Pero Juan Huss se mantuvo firme.

LOS HUSITAS

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Esto los llevó a negociar un acuerdo con los husitas. La iglesia de Bohemia regresó a la comunión romana, aunque se permitía en ella la comunión en ambas especies, y se garantizaban en Bohemia ciertos elementos contenidos en los Cuatro Artículos. A esto accedieron muchos husitas, particularmente los nobles. Se firmó un convenio, y por fin Segismundo pudo ocupar el trono de Bohemia —hasta que murió, dieciséis meses después.La última campaña mencionada tuvo lugar mientras los husitas negociaban con el Concilio de Basilea. Convencidos por fin de que habían cometido un grave error al condenar a Juan Huss, los conciliaristas invitaron a los jefes husitas a asistir al nuevo concilio, para allí zanjar sus diferencias. Pero los bohemios, escarmentados por la experiencia de Juan Huss, exigían garantías incontrovertibles. Exasperados, los católicos intentaron una nueva cruzada, y fueron derrotados una vez más.

CAPITULO 51: LA ALTERNATIVA MÍSTICA

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La contemplación es un conocimiento superior a las diversas maneras de conocer. [... ] Es una ignorancia iluminada, un bello espejo donde luce la luz eterna de Dios. Juan de Ruysbroeck.Los siglos XIV y XV, en medio de sus muchas frustraciones, y quizá en parte debido a ellas, fueron un período de gran exaltación religiosa. Tanto en España como en Inglaterra e Italia, hubo místicos notables cuyas obras sirvieron de inspiración a varias generaciones. Empero fue en Alemania, en las riberas del Rin, que este movimiento floreció y alcanzó sus mayores logros.el misticismo de este maestro alemán era muy distinto del misticismo cristocéntrico de San Bernardo y San Francisco. Prueba de ello es que para Eckhart los lugares santos no tenían la importancia que antes tuvieron para esos dos místicos. Según decía él, “Jerusalén se encuentra tan cerca de mi alma como el lugar en que estoy ahora mismo”. Para él, no era necesario dirigir la mirada hacia Jerusalén, ni hacia los acontecimientos que tuvieron lugar en ella. Lo importante es dedicarse a la contemplación interna, “dejarse llevar”, y llegar a ver a Dios “sin intermediario alguno”.En el misticismo, al igual que en el nacionalismo de que ya hemos tratado, pueden verse las primeras señales de la ruptura de la unidad jerárquica que fue la iglesia medieval.

CAPITULO 53: EL RENACIMIENTO Y EL HUMANISMO

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¡Oh suprema liberalidad del Padre Dios! ¡Oh altísima y maravillosísima dicha del ser humano! A él le ha sido concedido tener lo que decida, ser lo que quiera. Pico de la MirándolaQuienes le dieron el nombre de “Renacimiento” al movimiento intelectual y artístico que surgió en Italia en los siglos XIV y XV, además de mostrar con ello sus prejuicios acerca de los siglos anteriores, daban señales de su ignorancia de esos siglos. En efecto, el supuesto “Renacimiento”, con todo y beber en parte de las fuentes de la literatura y el arte clásicos, se inspiró mucho más en los siglos XII y XIII. Su arte tiene profundas raíces en el gótico; su actitud hacia el mundo toma tanto de San Francisco como de Cicerón; y su literatura se inspira en parte en los cantares medievales que los trovadores llevaban de región en región.En cuanto al término “humanismo”, la ambigüedad no es menor. Por una parte, se le da ese nombre a la tendencia a colocar la criatura humana en el centro del universo, y a hacer resaltar su valor. Por otra, se le da el mismo nombre al estudio de las “humanidades”. Un “humanista” no es entonces quien subraya el valor humano, sino quien se dedica a las bellas artes, y en particular a la literatura. Como veremos en el resto de este capítulo, muchos de los “humanistas” de los siglos XIV y XV, y aun después, lo eran en ambos sentidos.

ITALIA EN LOS SIGLOS XIV Y XV

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Al igual que el resto de Europa occidental, Italia sufrió los estragos de la peste bubónica y de las guerras, que parecían haberse vuelto endémicas. Y, mucho más que el resto de Europa, sufrió las consecuencias de la “cautividad babilónica” y del Gran Cisma de Occidente. Casi constantemente fue ella el escenario de guerras entre papas rivales, o entre nobles o repúblicas que apoyaban a uno u otro de los pretendientes.Lo que era distintivo de Italia era que ese ambiente de insatisfacción tenía lugar dentro de una situación de prosperidad económica. Las ciudades de Florencia, Venecia, Génova y Milán eran importantes centros de industria y comercio. La posición geográfica de Italia, en el centro mismo del Mediterráneo, les permitía a estas ciudades beneficiarse del comercio con los países musulmanes y con el Imperio Bizantino. La burguesía italiana, nacida de esa industria y de ese comercio, era poderosísima.

EL DESPERTAR DE LAS LETRAS CLÁSICAS

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Todo este interés en la antigüedad clásica coincidió con la (invención de la imprenta, que a su vez hizo un impacto profundo en el humanismo. Pero no ha de pensarse que esto hizo de las letras renacentistas un movimiento popular. Al contrario, los libros que los renacentistas hicieron imprimir eran obras de difícil lectura, compuestas en latín clásico o en griego. Lo que es más, el arte tipográfico de la época hizo todo lo posible por imitar los manuscritos que se imprimían. Las muchas abreviaturas, harto difíciles de entender, que los copistas utilizaban para facilitar su trabajo, continuaron usándose en los libros impresos. Para los humanistas, la imprenta era un magnífico medio para comunicarse entre sí, o para duplicar las obras de la antigüedad, pero no para difundir sus ideas entre el pueblo. Esas ideas continuaron siendo posesión exclusiva de la aristocracia intelectual.

LA NUEVA VISIÓN DE LA REALIDAD

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No es cierto que el Renacimiento haya descubierto la belleza de la creación, supuestamente olvidada por el Medioevo. Lo que sí es cierto es que, inspirado en parte por el arte clásico, el arte renacentista le prestó más atención a la belleza y perfección del cuerpo humano.El Adán que Miguel Ángel pintó en el techo de la Capilla Sixtina, que del dedo de Dios recibe poder para señorear sobre la creación, es muy distinto del Adán endeble de los manuscritos medievales. En él se concreta la visión renacentista del ser humano, nacido para crear, para gobernar, para implantar su huella en el mundo que lo rodea.La misma visión toma carne y hueso en la persona de Leonardo de Vinci. Hubo pocas actividades humanas en las que este genio del Renacimiento no interviniera y tratara de mostrar su maestría.

LOS PAPAS DEL RENACENTISMO

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Estalló la Reforma protestante. Los espíritus se inflamaron. Las cuestiones planteadas, más que de moralidad, eran de teología fundamental. Ambos partidos trataron de ganarse el apoyo del famoso humanista. Pero Erasmo no podía apoyar de todo corazón a ninguno de los dos. Por fin rompió definitivamente con Lutero y los suyos, pero sin prestarles su ayuda a los católicos que se oponían a la Reforma. Desde su estudio, siguió clamando por la moderación, la reforma al estilo humanista, y las virtudes de los estoicos y platónicos de antaño. Pero nadie lo escuchaba. Erasmo no se había percatado de la profundidad de las cuestiones que se debatían, y la reforma que tanto había anhelado no tuvo lugar. Su sueño, como tantos otros antes, quedó frustrado.

CAPITULO 55: EL FIN DEL IMPERIO BIZANTINO

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Los turcos temen sobre todas las cosas nuestra unión con los cristianos occidentales [...] Por lo tanto, cuando quieras inspirarles terror, hazles saber que vas a reunir un concilio para llegar a un entendimiento con los latinos. Piensa siempre en tal concilio, pero cuídate de reunirlo. Manuel II Paleólogo, a su hijoA mediados del siglo XIV, la situación empeoró. Los turcos otomanos, que antes se habían posesionado del Asia Menor, atravesaron el Mar Negro y se lanzaron a la conquista de los Balcanes. Este era el único territorio que le quedaba a Constantinopla, aparte de unas pocas islas en el Egeo. Pronto los genoveses aprovecharon esa coyuntura y se apoderaron de las principales de esas islas, al tiempo que los turcos conquistaban toda la península balcánica, excepto el Epiro y el Peloponeso. El primero de estos dos territorios siguió un curso independiente, hasta que fue conquistado, primero por los albaneses y después, en el siglo XV, por los turcos. El segundo fue tomado por los turcos en 1460, siete años después de la caída de Constantinopla.Los días de Constantinopla estaban contados. El 7 de abril de 1453, Mahoma II sitió la ciudad. Para forzar sus murallas hizo uso de piezas de artillería que le habían facilitado ingenieros cristianos.