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von Dome Luzuriaga Vor 5 Jahren

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La religión en la conquista y colonización de América

La religión en la conquista y colonización de América

Con el desembarco de los conquistadores españoles en América, comienza un proceso, no sólo de colonización, sino también de re-culturización. Toda la iconografía religiosa cristiana son introducidos en los pueblos indígenas. Las órdenes franciscanas y dominicanas establecidas en el “Nuevo Mundo”, obligan a los nativos al bautizo, a la participación obligatoria en ceremonias católicas y a permitir la reeducación de los infantes.

La religión en la conquista y colonización de América

Educación

Una de las leyes de Indias ordena: “Que sean favorecidos los Colegios fundados para criar hijos de Caciques, y se funden otros en las Ciudades principales. Para que los hijos de Caciques, que han de gobernar a los Indios, sean desde niños instruidos en nuestra Santa Fe Católica.
En las escuelas, que eran centros de alumnos externos, se enseñaba catecismo, lectura, escritura cuentas y música. Estos estudios se solían completar con un centro de formación profesional cercano. Estos centros nacieron en las Antillas y se extendieron por todo el continente.
La instrucción de niños y niñas incluía, además de la doctrina cristiana, la lectura y escritura, nociones de aritmética, música y artes y oficios.
Los misioneros, desde su llegada, concibieron la evangelización del Nuevo Mundo como una tarea educativa. Fundaron centros docentes a todos los niveles.

Catolicismo

¿Qué atrajo a los indígenas a la nueva fe predicada por los franciscanos, dominicos y agustinos?
Los nuevos dioses cristianos habían demostrado brutalmente su poder: para los es pañoles tanto como para los indígenas
Desconocían el principio de intolerancia constitutivo del catolicismo: la convicción de ser la única verdadera religión.
Los mesoamericanos estuvieron dispuestos a conocer y adorar a los dioses cristianos —así concibieron la pléyade de santos, vírgenes y apóstoles que acompañaban a la Santísima Trinidad— porque sus religiones eran politeístas y tenían una larga tradición de aceptación de las divinidades de otros pueblos.
El catolicismo jugó un papel protagónico en el desarrollo de nuevas formas religiosas en América durante la época de la conquista. La Iglesia se impuso desde México hasta Tierra del Fuego, amalgamando ritos y conceptos mágico-religiosos, definiendo así un nuevo ideario compuesto por elementos propios de la visión europea y muchas de las costumbres religiosas nativas.

Consecuencias

La conquista o invasión a través de la religión que las congregaciones religiosas españolas trajeron, desembocó en cambiar la percepción de los sabios conocimientos y costumbres de los pueblos originarios, no sólo de México sino de todo el Continente. No lograron borrar o destruir todo, lo que pudo sobrevivir evolucionó con el paso de los tiempos.

Evangelización

El primer grupo lo conformaban los franciscanos, los dominicos y los agustinos, que se encargaron de las parroquias, los sacramentos y las misiones; el segundo grupo eran los clérigos de la jerarquía episcopal.
Las congregaciones se repartieron los territorios y pueblos, con mayor población para llevarles el bautismo, que muchas de las veces fue de manera colectiva; los grupos religiosos que se dieron a esta misión o tarea fueron los frailes mendicantes regulares (que hacían votos de pobreza) y el clero secular.
Reunían a todos los aborígenes para leerles un texto titulado "Los requisitos". Obviamente, los indios no entendían nada. Pero el protocolo mandaba que dicho texto fuera leído en alta voz. "Dios hizo el cielo y la tierra, y una pareja humana, Adán y Eva, de la que todos descendemos, y dejó a San Pedro para que fuese superior del linaje humano", decía el escrito. Aclaraba que el referido sucesor de San Pedro vivía en Roma, y lo llamaban Papa.

Eran tiempos en que la Corona y la Iglesia eran casi la misma cosa. Se era español y católico al mismo tiempo. Las guerras se hacían por el rey y por Dios.

En 1992, Juan Pablo II pidió perdón en nombre de la Iglesia a los pueblos indígenas. Reconoció, así, que muchos miembros de la Iglesia fueron cómplices de la tremenda mezcla de fuerza, crueldad, estupidez y avaricia que condujo a su exterminio.