Producto de la llamada "civilización moderna"
Esta posee las siguientes características del hombre moderno:
LAS FALSA ESPIRITUALIDADES
El hombre moderno, a pesar de su profunda decadencia, no deja de poseer un instinto religioso, que radica en su propia naturaleza y es indestructible.
Cuando no lo vulva en el Dios verdadero, no puede menos que fabricarse dioses propios, ídolos, en quienes busca saciar su anhelo de trascendencia. En vez de la religión verdadera, el hombre ha puesto sus ojos en las religiones orientales. El hombre moderno abandonó el diálogo con Dios para abogarse al monólogo del racionalismo, de laicismo, del agnosticismo, hasta llegar a ese hastío y aburrimiento metafísico.
LA PERDIDA DEL SENTIDO DE LA EXISTECIA
La autorrealización es imposible cuando el hombre pierde el sentido de su existencia. Si la vida no tiene sentido no se puede ir sino a la deriva. Dice Heideggerque aun cuando el hombre tuviese en sus manos el control de todo, siempre quedará en pie a la pregunta fundamental: “¿para qué?”. Porque lo propio del hombre es saberse orientado a algo, ello da el sentido a la vida. Y esto no es algo que el hombre elige. Y solo es responsable y libre el hombre que da respuesta a dicha vocación.
El hombre moderno ha perdido la brújula. A medida que el hombre fue adquiriendo más dominio de la técnica se ha ido vaciando existencialmente.
EL INMANENTISMO
El hombre moderno es esencialmente emanantista. La inmanencia es la actitud del hombre que vive en la tierra como si fuera esta su patria definitiva. Inmanencia viene del latín “in manere”, permanecer en. Es lo contrario al trascendentalismo, que es la disposición de ir más allá El principio de inmanencia impregna los distintos campos del saber y del actuar. Esto se ve claramente en el campo de la filosofía moderna, principalmente en el idealismo alemán. Cuyo punto de partida es el cogito subjetivo.
EL NATURALISMO
la tendencia principal de la sociedad y del individuo actual. El naturalismo brota de errores anteriores-de la reforma protestante, que rechaza el orden sobrenatural.
La naturaleza se basta y posee en sí la ley y el fin. Pero como el hombre es incapaz e imperfecto, busca encontrar en la sociedad lo que le falta, siempre sin salirse del orden natural. La naturaleza es el único y el verdadero tesoro. En la raíz del naturalismo hay un acto de soberbia.
El naturalismo al mismo tiempo afirma la dignidad de la naturaleza y frustra el impulso hacia lo alto.
LA INFORMALIDAD
Los inconformistas son los informales. Sus precursores son los cínicos griegos(los hippies griegos). Es una rebelión profunda que va más allá de los político y de los social. Es una rebelión contra las formas, a las que se acusan de ser “formalidades”. Pero las formas no solo expresan el fondo, sino que las enmarcan.
La vulgaridad hoy se extiende cada vez más. La vulgaridad en los modales acaba por hacer vulgar el corazón y la inteligencia. En el fondo, estos revolucionarios, aparentemente tendidos hacia el futuro, son solemnes retrógrados. Van contra el progreso. Lo informe lleva a los informe y, en el límite, lo informe es la muerte.
EL RELATIVISMO
Toda verdad es relativa en el sentido en que sólo es válida en relación con el sujeto que piensa.
La verdad se vuelve relativa en el sentido de que existe para una persona y puede, simultáneamente, no existir para otra. Se rechaza la universalidad de la verdad. Esto lleva a afirmar que todas las posiciones son igualmente válidas. Esto quiere decir que todo se reduce a la opinión.
EL HEDONISTO
El hombre encuentra su felicidad en el placer. El hombre, según los hedonistas, está sujeto a la soberanía del instante.
El placer físico tiene superioridad sobre el moral. Excluye la moderación en su búsqueda. El hombre de nuestro tiempo busca pasarla de la mejor manera posible, acosta de lo que fuere. Esta búsqueda omnímoda e insaciable del placer se convierte en una necesidad inconsciente. El hombre necesita un placer inmediato que invada toda su sensibilidad. Se ha buscado liberar el campo del sexo, que ocupa un lugar privilegiado en aquella búsqueda ansiosa del placer. Se confunde sexo con amor. Es un amor light.
LA MASIFICACIÓN
Forma de homogeneidad, que forma al hombre-masa, el cual es un hombre hecho de prisa e idéntico al otro. La masa designa a un modo de ser hombre que se da hoy a todas las clases sociales. La persona se convierte en u conglomerado de individuos uniformes e indistintos, que al hacerse bloque no se multiplican sino que se adicionan. Dos tipos de masificación:
• TRANSITORIA: cuando los hombre en algunos momentos pierden su capacidad de pensar libremente y tomar decisiones, adhiriendo al conglomerado.
•CRÓNICA: cuando la gente pierde de manera casi habitual sus características personales. Se adhiere al conglomerado.
El hombre masificado ha renunciado a la vida autónoma, se encuentra cómodo en ello. Adhiere a las opiniones mayoritarias sin pensar. Es un hombre sin carácter, sin compromiso, sin responsabilidad. Es más, odia a todo lo que “huela” a personalidad.
EL CONSUMISMO
Cuando el dinero, más allá de su fin natural, que es determinar la equivalencia entre las cosas, domina la ciudad, esta se convierte en un gran mercado y su habitante, en un ser productor y consumidor, regulado por estrictas normas cuantificables de rendimiento y eficacia. El “homo o economicus” tiene dos caras: el empresario y el consumidor.
El empresario tiene como principal intento, no siempre el afán de lucro, sino el interés de su empresa.
El consumidor, por otra parte, también está obsesionado por el valor económico. Dice Sciacca, que lo propio de este valor consiste en ser “intercambiador y consumidor” y lo propio del valor espiritual es ser “expresador y comunicador”.
LA TÉCNICA DESHUMATIZANTE Y EL ECONOMISMO
Dos modos de ver a la técnica: como instrumento de poder y felicidad o como un elemento demoníaco. No se puede negar que el proceso tiene aspectos positivos, pero cuando la técnica se desorbita, acarrea consigo graves tentaciones y peligros. De esto se tratará en este capítulo. La economía y el hombre tecnificado. La técnica ofrece al hombre actual una enorme cantidad de posibilidades. Esto enciende en el hombre el ansia de lo insaciable, impulsándolo a vivir exteriormente y no intensivamente, en sentido de profundidad. Esto sucede en la práctica, mientras se crece en la técnica, se decrece en la interioridad y se empobrece el espíritu. No hay proporción entre el progreso exterior y el interior.
LA URBE MACROCÉFALA
Hombre de hoy es un hombre modelado por el espíritu de la ciudad.
Platón-hablaba sobre la necesidad que las ciudades sean humanas, a la medida del hombre, haciendo posible el conocimiento mutuo de los ciudadanos y la amistad (base de la política). El hombre moderno se va convirtiendo de un “ser que habita” a un “ser que ocupa”. Jorge Simil habla de la influencia de los medios de trasportes públicos: los hombres se miran mutuamente, minutos y horas y no se hablan. La mayor de las relaciones sensibles queda confiadas, casi exclusivamente, al sentido de la vista
LA ADICIÓN TELEVISIVA
Toda la vida encuentra su centro en la pantalla. El acto de ver está atrofiando la capacidad de entender.
Hay muchas palabras, que representan conceptos e ideas que no tienen correlatos visibles, su contenido es intraducible en imágenes. Cuando la TV suple a la lectura, produce imágenes y anula los conceptos, así atrofia la capacidad de abstracción y con ella la capacidad de entender. El imperialismo de la imagen va demoliendo el reino de la palabra y de la inteligencia, con el acrecentamiento de la estupidez y de la necedad.
EL IGUALITARISMO
Consecuencia de la inmersión en la masa. Se nivelan los estados sociales, los sexos y las personas. Hay hombres y mujeres estandarizados en todas las partes del mundo (mismo peinado, lenguaje...)
Uno de los signos de nuestro días es el triunfo de lo Idéntico, de los mismo, del formidable poder de la moda. Estos y muchas más cosas parecidas contribuyen a la “intercambialidad”de los seres humanos.
La identidad de los miembros de una sociedad resulta siempre anti humana. Porque es propio del hombre la variedad. Si no se desorbita, la diversidad se vuelve enriquecedora, posibilita el despliegue de las distintas personalidades y su mutua complementación.
EL DESARRAIGO
Hombre individualista (producto de la revolución moderna) y absolutamente colectivista (producto de la revolución soviética). Conclusión de esto: no es un ser orgánico, cuando tiende puentes que lo trascienden y enriquecen.
El hombre inorgánico es un ser aislado, al que hay que sustentar y darle vida. Las dos revoluciones disocian al hombre de sus religaciones, de sus familias, de su profesión, de su Patria, de Dios.
La falta de interioridad
Subtel hombre de hoy vive más exteriormente que interiormente. Que recuerda todas sus citas, menos la que tiene consigo mismo. Ha perdido la capacidad de recogimiento y concentración, la meditación y el silencio. Hoy se refleja la superficie de las cosas en lugar de reflejar sobre las cosas la profundidad de nuestro espíritu. Todo esta ha constituido un modo de ser, un estilo de vida = la DIVERSION derramarse hacia fuera. Estamos en la cultura de la evasión. Se prefiere la acción transitiva a la inmanente.