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por Viviana Marcela Moreno Echeverri hace 1 año

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La tradición mitológica del Islam

La tradición mitológica del Islam

La tradición mitológica del Islam

Los componentes míticos del sistema islámico

La supresión coránica del tiempo histórico
En el sistema de ideas islámico, encontramos una concepción del tiempo en la que no cabe una historia de la salvación, ni siquiera propiamente la historia, pues, en el fondo, lo que propone es una negación del tiempo. Afirma que toda la historia anterior está sumida en las tinieblas y la perdición, todo lo acontecido en la era preislámica carece de valor. Por eso, lo único que da sentido al tiempo es su supresión, es decir, sacrificarlo a un orden absoluto, donde solo rige la voluntad de Dios/Alá codificada en una Ley inmutable.
Una visión mitológica del mundo
Estas ideas islámicas se articulan sistémicamente en unas estructuras fundamentales: instaura unas constantes teológicas e ideológicas, consistentes en unos pocos axiomas o postulados sagrados últimos, a partir de los cuales se organiza el sistema y se van estructurando todos los temas particulares.
La división maniquea del mundo propia del islam
Otro tema que vincula la mitología islámica y que incide en la visión del mundo normal para la mentalidad musulmana tiene que ver con cierto maniqueísmo. Descubrimos una especie de mecanismo que genera y agudiza enfrentamientos, para proponer luego su resolución por medio de la violencia.
El mito mesiánico-milenarista de la dominación mundial
Así, pues, conforme a la visión islámica del mundo, existe un frente de guerra que divide a la humanidad entre fieles e infieles, creyentes y descreídos: a un lado, los musulmanes y, al otro, los no musulmanes. La misión del pueblo elegido musulmán es luchar contra el enemigo hasta que toda la religión sea de Alá, hasta que toda sociedad sea musulmana, o esté bajo el poder islámico. Solo cuando todo el mundo sea tierra del islam dejará de haber trincheras y podrá haber paz.
El mito del supremacismo árabe y de la religión de Alá
El Corán sustenta la ficción de que la religión islámica es la originaria de la humanidad, de manera que todo humano nacería siendo musulmán en esencia, pero luego sería desviado por los ídolos y por las escrituras de la Torá y el Evangelio, que, según Mahoma, están tergiversadas.

La letra del Islam no es sino una continuación de la tradición que se inicia con el zoroastrismo y continua en la línea judeo cristiana de manera tal que se pretende llevara hasta su última formulación.

Los mitemas islámicos y la misión de los profetas
El sistema semiótico islámico, como ya dijimos, se organiza en torno a un núcleo duro de estructuras fundamentales, de axiomas en interacción con numerosos temas, de mayor a menor importancia, interpretados a la luz de aquel núcleo. Los elementos pueden proceder de otra parte, pero se ensamblan en una matriz doctrinal que llegó a autonomizarse.
De la monolatría al monoteísmo
No existe en esta etapa la ambición de que un dios local fuera el señor de todo el mundo. Este período fue llamado como monolatría, etapa en la que Yavhé no era sino un dios tribal acaso más poderoso que el de los demás pueblos.
Características de la divinidad semita
Alá es un producto del mismo desierto en el que fue concebido Yavhé.

Como dios de los pueblos semitas del desirto, Ala es similar a Yavhé. Presenta los mismos rasgos de una deidad tribal semita: no es inmanente a la naturaleza sino trascendente.

Este tipo de dioses no pueden ser conocidos a través del estudio del orden natural ni en su dimensión externa (científica) ni tampoco interna (meditación) puesto que este tipo de divinidades no están contenidas por la naturaleza.

El Dios principal es el protector y el proveedor de la ley que regirá a su grupo. La divinidad semita no se da a conocer a través de los astros o del orden cósmico, sino a través de las leyes y de las costumbres que son diferentes en cada grupo.

La leyenda básica del Corán
Refiere a la descendencia de Abraham, de modo tal que son hermanos de los judíos. De acuerdo a la Biblia, Abraham tenía dos esposas: Sara y Hagar (que era una esclava egipcia). De la unión con Hagar, y a los 86 años de Abraham, nace Isamel. De la unión con Sara, a los 99 de Abraham, nace Isaac. La versión islámica continua el relato familiar: Abraham e Isamel construyeron la Kaaba de la Gran Mezquita de la Meca algunos años antes de la separación