Las presas se clasifican en función de su aplicación, estructura y materiales. Según su aplicación, existen presas de relaves, de almacenamiento y filtrantes. Las presas de relaves están diseñadas para almacenar los residuos de procesos mineros, mientras que las de almacenamiento se utilizan principalmente para acumular agua para diversos usos, incluyendo el consumo humano, la agricultura y la generación de energía.