Las bases de datos se clasifican en varias categorías según su estructura y uso. Las bases de datos de objetos almacenan datos complejos y son útiles en lenguajes orientados a objetos.
Bases de datos NoSQL: Diseñadas para datos no estructurados o semiestructurados. Ofrecen flexibilidad en el esquema y pueden escalar horizontalmente. Ejemplos: MongoDB, Cassandra, Redis.
Bases de datos espaciales: Optimizadas para datos geoespaciales, como mapas y coordenadas. Útiles en aplicaciones de GIS y navegación. Ejemplos: PostGIS, Oracle Spatial.
Bases de datos de grafos: Modelan y almacenan relaciones entre entidades en forma de grafos. Útiles en redes sociales y sistemas de recomendación. Ejemplos: Neo4j, Amazon Neptune.