Las intervenciones sociales buscan mejorar la integración y calidad de vida de diversos grupos vulnerables. En el ámbito de la discapacidad, se trabaja en la adaptación de entornos y la promoción de la empleabilidad, además de eliminar barreras arquitectónicas y sociales para garantizar la accesibilidad universal.
Se centra en la protección de víctimas de violencia doméstica y en la promoción de equidad. Incluye la creación de centros de acogida para mujeres maltratadas, programas de educación parental y estrategias para prevenir la violencia intrafamiliar. Los trabajadores sociales coordinan recursos legales, psicológicos y de vivienda segura para las víctimas.
Protección y atención a la infancia y juventud en riesgo
Incluye intervenciones con menores en situación de desprotección, adolescentes en conflicto social y jóvenes en riesgo de exclusión. Abarca desde la prevención del desempleo juvenil hasta programas educativos alternativos. Un ejemplo son los centros de acogida para niños en situaciones familiares críticas o iniciativas como "Operación Amistad" en Bogotá, que atiende a jóvenes en situación de calle.
Atención y apoyo a personas mayores
Se enfoca en mejorar la calidad de vida de las personas mayores, abordando aspectos como la soledad, el aislamiento social y el acceso a servicios de salud especializados. Incluye programas de apoyo domiciliario, residencias asistidas y actividades recreativas que promuevan el envejecimiento activo.
Discapacidad y diversidad funcional
Abarca la integración social de personas con discapacidades físicas, psíquicas o sensoriales. Las intervenciones incluyen adaptación de entornos, promoción de empleabilidad y apoyo a familias. También se trabaja en la eliminación de barreras arquitectónicas y sociales para garantizar la accesibilidad universal.