por martin mesa hace 12 años
14355
"una guerra necesita financiación. Esta guerra nos fue impuesta por los ricos de Colombia, entonces son ellos los que tienen que financiar la guerra que desencadenaron. Para ello las FARC-EP hacen retenciones de personas por las cuales se cobra una recompensa de carácter económico, que es en realidad un impuesto. Este dinero se destina al sostenimiento del aparato de guerra del pueblo. Como usted tal vez lo sabe, nosotros hablamos de la construcción de un nuevo poder, de un nuevo Estado. Si en Suiza, en Francia o en los Estados Unidos alguien evade sus deberes de pago de impuestos, obligatoriamente ese alguien va a la cárcel. El nuevo Estado que nosotros estamos forjando ha determinado el pago de un impuesto para la paz. Eso significa que toda persona, natural o jurídica y las empresas extranjeras que actúan en Colombia y que obtengan ganancias superiores a un millón de dólares anuales, deben pagar un impuesto para la paz equivalente al 10% de esas utilidades. A los deudores se les anuncia que deben entrar a conversar y a cancelar dicha suma con los responsables de finanzas de las FARC. Si no lo hacen, desde luego, esas personas, son retenidas y llevadas a prisión hasta que paguen y cumplan con sus obligaciones con quienes asumimos esta obligación del Nuevo Estado, construido y liderado por las FARC, actuando como Ejército del Pueblo." Palabras de Rodrigo Granda sobre el secuestro y extorisión a civiles.
El desarrollo de plantaciones de coca en zonas rurales generó una relación entre el narcotráfico y la guerrilla. Las zonas adecuadas para este cultivo, fuera de razones naturales, eran aquellas recientemente pobladas, que habían atraído un gran número de campesinos desplazados para su colonización, y en las que el estado tenía poca presencia y capacidad de control. Las regiones bajo influencia o control guerrillero eran justamente las más aptas, por ambos motivos. Los altos ingresos que generaba la coca resultaban muy atractivos para campesinos en zonas sin vías de comunicación que hicieran viable la producción comercial de otros productos. La guerrilla no podía enfrentarse abiertamente a los campesinos, y trató de regular el proceso: limitar las plantaciones y mantener productos alternativos alimenticios. Pero decidió además beneficiarse con el negocio: se implanto una tasa que convencionalmente se ha estimado en el 10% sobre las transacciones de hoja o pasta de coca.
Guillermo León Sáenz provino de una familia de clase media alta de la ciudad de Bogotá, hijo de una pedagoga y un agrónomo conservador laureanista (bautizó a su hijo como Guillermo León en homenaje a Guillermo León Valencia),20 fue el quinto de siete hermanos y vivió una infancia normal en el barrio Chapinero y más tarde en Santa Bárbara al norte de la ciudad.Estudió diez semestres de Antropología en la Universidad Nacional de Colombia a donde ingresó en 1968, año en el que estaba en pleno apogeo la Revolución Cubana y se gestaban movimientos de carácter revolucionario como el de mayo del 68; por aquellos años se habían fundado en Colombia grupos insurgentes como las FARC (1964) y el ELN (1966).
Alias Reyes nació en el pueblo colombiano de La Plata, en el departamento de Huila. Ingresó a la Juventud Comunista Colombiana (JUCO) a los 16 años. Posteriormente, se inició en el movimiento sindical mientras trabajaba para una planta de leche de Nestlé en la provincia de Caquetá.2 Durante su labor sindical, se opuso a las malas condiciones laborales de los trabajadores,] y se presentaron hostigamientos, seguimientos y amenazas en su contra.
El jefe militar de las FARC, Jorge Briceño, alias Mono Jojoy, de 57 años, que murió en un ataque militar, era una figura mítica en la guerrilla, de la que fue uno de sus dirigentes más poderosos y el personaje más odiado por las Fuerzas Armadas.
Según la policía colombiana, Luis Suárez, alias Jorge Suárez Briceño y "Mono Jojoy'', hijo de campesinos y nacido en el departamento de Boyacá (norte), se integró a la guerilla en 1975
Read more here: http://www.elnuevoherald.com/2010/09/23/807549/mono-jojoy-un-mito-para-las-farc.html#storylink=cpy