El proceso de solución de problemas consiste en varias etapas fundamentales. Primero, es crucial una correcta identificación del problema, ya que un problema bien definido facilita el avance del proceso hacia una solución efectiva.
La metodologia para la solución de problemas la podemos definir como la secuencia para la solucion de los mismos, esta secuencia consta de 5 etapas que garantizan la llegada correcta a la solución: identificación del problema, planteamiento de alternativas de solución, elección de una alternativa de solución, elección de una alternativa, desarrollo de la solución y evaluación de ésta.
• Evaluación de la solución
Luego de haber desarrollado la solución queda aún una etapa, que es la evaluación.
En los procesos industriales a este procedimiento se le llama control de la calidad y
consiste en determinar que la solución obtenida es lo que esperaba conseguir comprobando que el resultado sea correcto. En esta fase se deben “pulir” los procesos ya realizados y tratar de llevarlos a un grado mayor de optimidad, pues el algoritmo más eficiente en la solución de un problema es el que llega a su objetivo final con la mayor economía de procedimientos que sea posible.
Desarrollo de solución
Después de decidir cuál es la mejor alternativa de todas, se llega a la etapa de la solución. En esta fase, a partir de los datos relacionados con la alternativa seleccionada, se aplican las operaciones necesarias para solucionar el problema. La selección de los procesos también debe ser determinada en función de la optimidad, es decir, las operaciones deben llegar a la solución por el camino más corto para garantizar la mayor eficiencia en el funcionamiento. Si la alternativa es la óptima, llevará a la solución deseada que fue prevista en la identificación del problema.
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Elección de una alternativa
Después de tener todo el repertorio de alternativas, es necesario pasar a otra etapa: la elección de la mejor entre todas las posibilidades. Esta fase es muy importante porque de la elección realizada depende el avance final hasta la solución. La orientación hacia delante supone la irreversibilidad si la decisión es acertada o una “reversibilidad costosa”, pues si la decisión no es acertada, es necesario retroceder, lo que afecta la “optimidad” del proceso. Por tanto, es necesario que cada alternativa sea bien analizada para que la toma de decisiones sea bien justificada.
Planteamiento de alternativas de solución
Después de la definición del problema y del análisis de los datos de entrada, el proceso continúa con el análisis de las alternativas de solución. Por lo general, la solución de un problema puede alcanzarse por distintas vías. Es útil tratar de plantear la mayor cantidad de alternativas posibles de solución, pues de esta forma las probabilidades aumentan a favor de encontrar la vía correcta. Se debe destacar que no es conveniente extender demasiado el número de alternativas, pues si el número de éstas es demasiado alto, se presentará una mayor dificultad para elegir la mejor de todas, que es en definitiva el objetivo del proceso.
Identificación del problema
La identificación del problema es una fase muy importante en la metodología, pues de ella depende el desarrollo posterior en busca de la solución. Un problema bien delimitado es una gran ayuda para que el proceso general avance bien; un problema mal definido provocará desvíos conceptuales que serán difíciles de remediar posteriormente. En esta etapa es fundamental el análisis de la información inicial (entrada) con el fin de distinguir los datos pertinentes de los que no lo son, de manera que se pueda elegir la configuración más conveniente respecto a las soluciones posibles. También deben definirse los datos de salida que garanticen la continuidad del proceso para que sea más fácil eliminar las expectativas negativas.